Pintar el techo, tejado o cubierta de un edificio de color blanco es una sabia decisión, al menos a nivel ambiental. En concreto, haciendo caso a un nuevo estudio, será hasta tres veces más eficiente que el techo verde o el negro si queremos contribuir a luchar contra el cambio climático.
Parece un despropósito concluir que las azoteas que cuentan con un hermoso jardín sean menos ecológicas que las pintadas de blanco. Bien está afirmar que el negro tiene sus inconvenientes frente al blanco a la hora de colorear fachadas pues, entre otras cosas, gracias al color blanco se refleja la luz solar, por lo que su interior se calienta menos.
Beneficios económicos
Sin embargo, la cosa no va por ahí. El enfoque de los investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley concluyeron que los techos blancos son muy superiores en la lucha contra el cambio climático que negros y verdes por cuestiones bien distintas.
Por un lado el color negro absorbe, con lo que contribuye al efecto de isla de calor urbano, mientras los blancos reflejan la luz solar hacia la atmósfera y ayudan a enfriar sus partes bajas. Es decir, además de resultar rentable desde el punto de vista económico, sirve como herramienta gracias a su influencia con respecto al clima.
Sin embargo, aunque hay numerosos estudios que apoyan esta misma idea, cada uno con sus matices a favor de promocionar el techo blanco, también hay otras investigaciones que cuestionan este particular.
Empleando programas de simulación climática, Mark Z. Jacobson y Ten Hoeve, de la Universidad de Stanford, demostraron que no es oro todo lo que reluce. Sin negar que se absorbe más calor en verano, por lo que se ahorra en aire acondicionado, también se gasta más calefacción en invierno. Por lo tanto, podemos deducir que nos interesa un techo blanco en verano y negro en invierno…
A su vez, siendo cierto que beneficiaba las partes más bajas de la atmósfera, también disminuyen la diferencia de temperatura a cierta distancia del suelo, lo que significa que habrá menos nubes y más incidencia de la luz solar.