Minicentral hidroeléctrica con dos botellas PET

Agua y energía. Dos elementos básicos para la humanidad sin los que el ser humano no podría vivir. Luz para estudiar, para trabajar, para poder realizar cualquier tarea de noche. La diseñadora Kerem Ali Asfuroglu ha pensado en todo ello para crear una minicentral hidroeléctrica mediante un sencillo mecanismo y dos botellas de plástico PET, las más usadas para contener bebidas.

Ha bautizado su invento como Eight. La miniplanta hidroeléctrica tiene, además de las dos botellas, una turbina para generar energía. Esta miniturbina es una especie de tapón a rosca de plástico que convierte las botellas, unidas por sus bocas, en un reloj que, en vez de arena, tiene líquido.

En fin, no es que Eight vaya a solucionar los problemas energéticos de un país o de un hogar, pero se trata de concienciar tanto en la importancia de la reutilización y el reciclaje como en la necesidad de usar energías limpias y renovables. Es un reloj que se autoabastece de energía para funcionar.

El agua pasa de una botella a otra. En el proceso, Eight genera, con el mismo método que una central hidroeléctrica, aprovechando la fuerza del agua al caer, energía que se convierte en luz. Dependiendo del tamaño de la botella, la luz de la lámpara dura más o menos. Hasta que se vuelve a dar la vuelta y empieza el proceso de nuevo, claro. Así que el invento también ayuda a tener un sentido del tiempo más preciso.

En varios colores

Cuando el agua termina de caer, la iluminación led disminuye gradualmente. Si se quiere volver a tener luz, sólo hay que girar las botellas, como se hace con un reloj de arena.

El agua sirve, además de para generar la energía en su caída, para dispersar la luz. Las luces están bajo el nivel del tapón para evitar el deslumbramiento. Se ofrecen ocho colores distintos poder personalizar la iluminación de una estancia. El tapón sirve para los tamaños de botella más usados, desde las de medio litro hasta las de dos litros y medio.