Lo ideal es que todos, organismos públicos, empresas y particulares, usen vehículos no contaminantes. Pero hay que señalar que si las administraciones públicas se comprometen con una movilidad que no contamina, se convierten en un ejemplo para empresas y ciudadanos.
Las motos eléctricas están evolucionando lo suficiente para que se comiencen a usar de forma masiva. Especialmente, en las ciudades, zonas con un claro problema de exceso de contaminación. En este sentido, la Policía es uno de los servicios al ciudadano que más se puede aprovechar de este tipo de vehículos.
Así lo cree un fabricante norteamericano, que ha presentado un modelo de motocicleta eléctrica especialmente diseñada para las fuerzas de seguridad, que, además de contar con una batería que le proporciona una autonomía de hasta 180 kilómetros con cada carga, dispondrá de todos los elementos necesarios para que la Policía pueda cumplir con su cometido.
Esta moto es capaz de alcanzar una velocidad de 129 km/h. Se convierte de este modo en un servicio para patrullar de forma silenciosa y respetuosa con el medio ambiente. Además, es una moto con un gasto operativo casi nulo y que necesita poco mantenimiento.
La empresa Zero, además, completa el plan con un sistema de recarga que permite alcanzar el cien por cien de la carga en menos de dos horas, gracias a un cargador rápido.
El diseño de la Zero DS permite que sea utilizada tanto en entornos urbanos como en rurales, pues puede circular por caminos de tierra y zonas con baches. El único inconveniente, como ocurre con todos los vehículos, es el precio: algo más de diez mil euros, ayuda e impuestos incluidos. A cambio, se consigue una moto fiable, económica y silenciosa. Con 70 céntimos de euro se pueden recorrer cien kilómetros. Merece la pena invertir en servicios que benefician al ciudadano por partida doble.