Por muy eco-amigables que seamos, a la hora de la verdad no podemos impedir que las grandes multinacionales y otros grandes contaminadores aceleren el cambio climático, pero también es cierto aquello de que un grano no hace granero, pero ayuda al compañero. Así, la sociedad civil puede conseguir grandes cosas desde su aportación particular y también haciendo oir su voz para que los de arriba, aquellos que toman decisiones, nos ayuden a hacer…
El pasado domingo, víspera de la Cumbre del Clima que se celebra hoy en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, esta ciudad fue escenario de manifestaciones multitudinarias, que también se celebraron en distintas urbes del planeta.
En todas ellas, especialmente en la gran marcha por el clima, la People’s climate march, las personas intentaron ser agentes del cambio, en parte también porque no hay demasiadas expectativas de que la reunión suponga un avance. Gritaron sus demandas al mundo, algo totalmente compatible con el hecho de que el verdadero problema no se centre en el individuo, sino en aquellos que pueden decidir, que han de afrontar el desafío de llegar a un acuerdo global vinculante antes de que sea demasiado tarde.
Por su parte, la ONU también mira hacia la ciudadanía. En un vídeo difundido días antes de la Cumbre (puedes verlo al final del post con subtítulos en castellano) distintas personalidades y famosos animan tanto a los dirigentes a que asuman el desafío, como a las personas a que ayuden para poder superarlo entre todos.
El cambio climático, una realidad
Si por un lado el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, pide a los líderes mundiales que adopten «medidas audaces con las que salvar nuestro planeta de una catástrofe provocada por nosotros mismos», por otro se explica la necesidad que tenemos de actuar todos y cada uno de nosotros. «Dí sí a combatir el cambio climático», dice su eslogan.
¿Pero, qué podemos hacer? En primer lugar, concienciarnos, algo que parece fácil, pero que no lo es, teniendo en cuenta el escepticismo reinante, por lo que lograrlo sería un primer gran triunfo. Así, en el vídeo se nos recuerda que el cambio climático «ya es una realidad en todo el planeta», que está alterando las economías y afectando a la vida de las personas en todas partes por sus nefastas repercusiones:
Los datos científicos son claros, los hechos no mienten, el clima de la Tierra está cambiando y los culpables somos nosotros. Pero esto podemos remediarlo si actuamos ahora…
Urge empezar a actuar
Las acciones transformadoras han de venir de todas partes. «Todos podemos marcar la diferencia. Nuestras acciones, grandes o pequeñas, importan«, es decir, todos tenemos nuestra parte de responsabilidad.
En la grabación, un Ban Ki-moon cercano afirma que la respuesta que demos a la problemática del cambio climático será una cuestión clave para nuestra generación, «la cuestión que la definirá». «Por eso digo sí a combatir el cambio climático. ¿Y tú?».
Decir sí al cambio climático supone actuar con inteligencia para proteger los recursos más básicos para garantizar la seguridad alimentaria y, en suma, también la mundial, al tiempo que preservamos nuestros valiosos ecosistemas, muy vulnerables ante la amenaza que representa el cambio climático.
Hace tiempo que ha comenzado su cuenta atrás, y precisamente por ello tenemos que actuar ahora. «Si no, nos va a costar mucho más caro después», nos recuerda el vídeo, enumerando un sinfín de aspectos que podemos cambiar en nuestras vidas, como reciclar y reutilizar, usar formas de transporte alternativas, plantar árboles, hacer un uso responsable de la energía, inversiones respetuosas con el clima… Porque, concluyen, «todo el mundo tiene una función que desempeñar y todo el mundo se beneficiará», pues las medidas resultan beneficiosas e impulsan la prosperidad.