La pandemia del coronavirus ha puesto en vilo a todo el mundo. Las industrias están seriamente afectadas y los especialistas prevén una recesión sin precedentes. Los lugares que solían congregar a una gran cantidad de público están volviendo a trabajar con ciertas dificultades, pues las aglomeraciones constituyen un alto riesgo de contagio.
Las piscinas no son la excepción. La llegada del verano ha aumentado la demanda de dichos espacios públicos y las playas. Ahora bien, todavía hay cierto recelo debido a que podría tratarse de un foco infeccioso. Al respecto, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) han precisado que no existe prueba de que el SARS-Cov-2, el virus que causa el COVID-19, se pueda propagar a las personas a través del agua de las piscinas.
Además, refieren que la desinfección del agua de piscinas, jacuzzis o parques acuáticos con cloro o bromo debería ser capaz de inactivar el virus. No obstante, se recomienda a los bañistas usar mascarilla cuando se encuentren fuera del agua y a que se laven regularmente las manos. Igualmente, se deben respetar las normas de distanciamiento social.
Piscinas inflables en auge
La incertidumbre ha originado que muchas personas opten por comprar piscinas inflables para evitar tener contacto con otras personas. Las piscinas hinchables tienen un sistema de aireación hydro technology y de depuración, de modo que garantizan la correcta ventilación y medidas de higiene.
En caso de acudir a las piscinas, estas deben cumplir ciertas medidas de prevención, como no exceder más de un bañista por metro cuadrado de agua. En los lugares al aire libre, puede haber tres bañistas por cada dos metros cuadrados de agua. Esta situación es similar en casi todos los países de Europa donde se han habilitado las piscinas.
Por otra parte, en países donde permanecen cerradas, como Reino Unido, la gente ha optado por acudir a lugares costeros o de agua dulce. No obstante, han ocurrido ciertos incidentes. En Bournemouth, ciudad ubicada a 160 kilómetros al suroeste de Londres, se reportó un hacinamiento en una playa local, por lo que se han establecido medidas más estrictas de prevención.
En España, a inicios de julio se cerraron al menos 29 playas en Málaga, debido a la gran multitud de personas que acudieron y saturaron los espacios.
La transmisión del virus es muy eficaz en lugares altamente concurridos , por lo que el uso de mascarillas y el cumplimiento del distanciamiento social son medidas indispensables para reducir la posibilidad de contagio. La protección de los ojos también es esencial.
Por otra parte, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (CEPCE) ha precisado que la salinidad puede contribuir a la inactivación viral, tal como ocurre con virus similares. Hasta el momento, no hay datos sobre la supervivencia del SARS-Cov-2 en el agua de mar.