Reutilizar materiales que han acabado la vida útil para la que fueron diseñados no es sólo una opción para gente que quiera ahorrar dinero (además de cuidar el medio ambiente, claro), es una exigencia para cualquier persona que desee llevar una vida sostenible, sin importar el nivel económico. En otras palabras, la ecología no está (o no debería estarlo, al menos) directamente relacionada con la calidad de vida o con poseer más o menos dinero. Es más, los criterios ecológicos a menudo proporcionan una mayor calidad de vida.
Un buen ejemplo de ello es este hotel ecológico que se ha construido usando contenedores desechados, pero que ofrece a los clientes el mayor lujo. No es la primera vez que se usan contenedores como espacio habitable o para otros usos como servir de tienda, pero ofrecerlos como producto de lujo es una vuelta más al márketing ecológico.
En el mundo actual, es relativamete fácil viajar. Los turistas pueden disfrutar de todo tipo de hospedajes y ya no son fáciles de sorprender. Quizá ester hotel lo haga. La propuesta es actual y puede ser un gancho que funcione con los turistas preocupados por la ecología que, por otra parte, no quieren perder la comodidad de un servicio de lujo.
El interior de los contenedores (las habitaciones, vamos) son elegantes y están completamente equipadas. Los contenedores provienen de empresas chinas que los usaban para transportar su mercancía en los grandes buques que surcan los océanos.
Reservar fecha y lugar
Estos contenedores, usados por las empresas de transporte de todo el mundo, a menudo se quedan en los puertos, sin que nadie los use, quedando como objetos inútiles, desechos que, por lo demás, ocupan mucho espacio.
La idea es que sea un hotel portátil, que se pueda llevar a cualquier lugar del mundo, aunque ahora este hotel-contenedor está en el puerto de Amberes, Bélgica. De hecho, se podría dar un paso más y, al hacer las reservas para el hotel, no sólo elegir las fechas, sino también el lugar que se quiere visitar. Sólo habría que llevar el hotel al puerto de la ciudad.
El precio de la pernocta en el Sleeping Around cuesta unos 150 euros. Incluye ducha, aire acondicionado, soporte para iPod y otros servicios. Se duerme en un contenedor, sí, pero con todas las comodidades.