Reciclar latas, botes y botellas haciendo ganchillo

Quien sepa hacer punto tiene un sinfín de posibilidades para reciclar de forma original y creativa un sinfín de envases, ya sean latas, botes o botellas de plástico de distintas formas y tamaños.

Las botellas de plástico quedan perfectas recortadas a la altura que nos convenga para luego hacer un borde decorativo con ganchillo, que engarzaremos tras hacer una serie de agujeros con un perforador de folios, tal y como se aprecia en la segunda imagen.

Si las cortamos por la mitad, por ejemplo, nos harán un papel distinto que si sólo conservamos la base y unos cuantos centímetros (ideal para guardar clips, chinchetas, etc.) o si sencillamente les cortamos la boca o las conservamos entera, en cuyo caso sería perfecta como florero. Igualmente, las botellas de cristal o los botes altos forrados con crochet más o menos tupido quedan divinas para este mismo uso.

Práctico y decorativo

Las latas de metal también son una materia prima inmejorable para vestirlas con un bonito vestido de lana o utilizando cualquier otro ovillo de materiales tipo cuerda o, si lo deseamos, incluso hecho por nosotros mismos atando finísimas tiras obtenidos de retales o de bolsas de plástico. Si alguien se atreve, incluso puedes hacer una papelera o contenedor para guardar cosas a partir de una garrafa de agua.

Jugar con los colores para que el punto ofrezca uno u otro aspecto nos permitirá lograr fantásticos resultados, tan decorativos como prácticos. Si deseamos colgar el envase, entonces haremos lo obvio: unas tiras para colgarlo. Optaremos por un cordón, con un colgante de ganchillo o, por qué no, con aplicar cualquier lazo.

Las posibilidades son casi infinitas, pero en todos los casos se consigue un interesante reciclaje casero al alcance de cualquiera que sepa manejar mínimamente las agujas, pues se trata de objetos muy cotidianos, que habitualmente acaban en la basura.