Robots creados a partir de residuos reciclados


La inspiración más prolífica puede venir de los contenedores de basura, y si no que se lo digan a Andrea Petrachi, una artista del reciclaje establecida en Milán capaz de convertir los desechos más comunes en sorprendentes y simpáticos robots mecánicos.

La suma de distintos objetos o materiales rescatados de la basura puede convertirlos en una figura robótica con un interesante estilo futurista. A Andrea le vale casi cualquier cosa, desde dispositivos electrónicos, microscopios, audífonos, cámaras, piezas de plástico, de metal o muñecos, como demuestra la colección de robots futuristas que puedes admirar en su web.


Otaku, Otto, Lamano, Swami o Psyclo son algunos de los nombres con los que ha bautizado a sus curiosas creaciones que, al margen de que gusten o no, nadie puede negar que tienen una increíble personalidad. En concreto, las caritas de muñecas que incluye aumentan la fuerza empática de sus robots, algo que está empezando a hacer en sus más recientes creaciones.

Lógicamente, al tratarse de restos encontrados en las basuras, la inversión realizada para crear estos robots es mínima, pero también hay que considerar que tiene su trabajito andar siempre a la caza de cosas tiradas y luego lograr ensamblar sus elementos con tanta gracia, salero y perfección.

La autora, también conocida como Himatic, intenta transmitir una filosofía contraria al consumismo. Ella, por lo tanto, ve su trabajo como una especie de símbolo que intenta aplacar nuestro insaciable deseo de comprar cosas. Aunque mucho me temo que también puede ocurrir todo lo contrario. Estoy convencida de que ha recibido muchas ofertas para adquirir sus excéntricos y ya numerosos robots, que incluso podrían verse como auténticas obras de arte. ¿Por cierto, estos bichejos no tienen un aire a algunos personajes de Pixar o del anime japonés?

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