Arte con muñecas


Nada se tira, todo se aprovecha. Para fabricar otros materiales o para crear objetos artísticos. Cualquier cosa con tal de que los desechos no acaben en la basura.

¿Qué hacer con las muñecas a las que les falta un brazo o una pierna o la cabeza? Quizá… otra cabeza. O varias cabezas. Jon Beinart es una artista que recoge muñecas de plástico y bebés de juguete para crear lo que llama Toddlerpedes, una especie de ciempiés con cabezas. Beinart acepta donaciones de juguetes, como explica en su web.

Son juguetes fabricados con otros juguetes reciclados. Aunque también pueden ser consideradas piezas de arte. Viejas muñecas desechadas, desmembradas y ensambladas de nuevo. El resultado es extraño, hay que reconocerlo. Por no decir que tienen un aspecto terrorífico.


Freya Jobbins es otra artista que recupera muñecas. En su caso, usa las partes de las muñecas para crear partes del cuerpo humano. Por ejemplo, una cabeza, como se puede ver en la imagen. Jobbins reconoce que los famosos cuadros de Archimboldo y sus pinturas vegetales le han influenciado. Según la propia artista, su trabajo es una mezcla de «fetichismo consumista y la cultura del reciclaje emergente». Nunca tiene problemas para conseguir más material para nuevas piezas.

Cabeza de Darth Vader

La artista australiana, reutilizando muñecas tiradas a la basura, consigue retratos tridimensionales. Los llama dollfaces (caras de muñeca). Son parte caricatura, parte una especie de imagen grotesca.

En ocasiones, usa piezas de color, con lo que el aspecto es más extraño aún. Uno de sus trabajos, en este caso, todo con piezas negras, es la máscara que lleva en la cabeza Darth Vader, el famoso e icónico personaje de la serie de películas La Guerra de las Galaxias.

Jobbins también realiza grabados inspirados por Marco Luccio, Cressida Campbell, Salvatore Zofrea y los pintores Friederich Hundertwasser y Frida Kahlo.

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