Llevar agua a zonas apartadas o de difícil acceso para riego o uso de las poblaciones es uno de los retos de hoy en día en los que se trabaja para buscar soluciones óptimas. En esta línea, se ha conocido un nuevo desarrollo que, además, supone también un importante avance en sostenibilidad porque la bomba hidráulica diseñada no precisa ni de combustible ni electricidad para su funcionamiento.
El artefacto
La empresa holandesa aQysta, fundada por Pratap Thapa, está detrás de esta bomba hidráulica hidropropulsada, que permite bombear agua desde un río o canal sin usar ningún tipo de combustible. Además, también precisa de menor inversión en comparación con otros sistemas de bombeo.
Esta bomba consiste en una rueda hidráulica que se sitúa sobre una plataforma flotante en un río o canal. El bombeo del agua se realiza mediante la propia energía cinética del caudal.
Este artefacto tiene un diseño muy simple y basado en tecnologías en el antiguo Egipto, pero resulta efectivo para bombear el agua. El funcionamiento es sencillo. Cada vez que gira la rueda, se recoge agua y aire. De este modo, la presión que ejerce el aire permite expulsar el agua a través de mangueras hasta el campo.
Útil para el riego
El sistema permite así regar hectáreas de cultivos agrícolas y que estén alejadas de zonas de electricidad o bien no tengan fácil acceso a combustibles. La bomba tiene una capacidad de bombeo de hasta 45.000 litros de agua al día y a una altura de hasta 25 metros. El caudal es de 1,79 m3/h. Unas particularidades por las que es idónea para pequeñas explotaciones agrícolas, puesto que se puede regar entre media y tres hectáreas.
No obstante, el artefacto funciona las 24 horas y es posible aumentar su rendimiento con la instalación de varias bombas para una misma explotación lo que permitiría abarcar zonas más amplias de cultivos.
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