El Zoológico de Madrid ha decidido montar el belén en un lugar ciertamente original, el Aquarium, donde nadan los tiburones. Buceadores del centro han sido los encargados de colocar las figuras. Una decoración navideña que está inspirada en motivos marinos, acorde con el propio zoo y con los animales que lo van a rodear.
Este belén estará ubicado a una profundidad de cuatro metros y a 23 ºC, una temperatura bastante más alta que la de la ciudad en estas fechas. Los buceadores han nadado entre tiburones grises (Carcharhinus Plumbeus), un tiburón toro (Carcharias Taurus) y un tiburón nodriza (Gynglimostoma Cirratum). Las piezas principales son cinco. Tienen metro y medio de altura, están hachas de metacrilato y presentan vivos colores.
El belén del Aquarium se exhibirá hasta el 7 de enero. Para colocarlo, los buceadores tuvieron que vestirse con trajes de neopreno, con aletas y máscaras. Han estado treinta minutos sumergidos hasta ubicar en su lugar correspondiente cada figura. En este original nacimiento marino se pueden ver caballitos de mar, una gran concha o una morena entre los corales que acompañan a los Reyes Magos de Oriente.
Navidad en el zoo
Hay otros motivos navideños en el recinto. En la entrada principal, hay un gran árbol de Navidad, con luces y un reno. En el espacio donde vive el oso panda, uno de los animales preferidos de los visitantes, hay un papá Noel gigante dando la bienvenida y, dentro, cuarenta figuras en barro de color blanco y manganeso acompañan al cachorro Xing Bao, nacido hace unos meses. También el pequeño panda tiene un réplica en miniatura en la que se ve en los brazos de su madre, Hua Zui Ba, y junto a su padre, Bing Xing.
El Lago de los Flamencos acoge el belén más tradicional: María, José y el niño Jesús están rodeados por la mula y el buey. El zoo puede ser una opción para pasar algún día conociendo a los animales, ahora que los niños están de vacaciones.