El modelo Smart fue una revolución en la industria automovilística. Un coche pequeño y con un diseño original que llamaba la atención por donde pasaba. Ahora, Smart quiere volver a hacer historia con otro medio de transporte, y esta vez, sin contaminar.
Tras un largo proceso de desarrollo y una campaña de promoción que ha contado con eventos como la presentación en el circuito de Barcelona por el mismísimo Michael Schumacher acompañado de Niko Rosberg, ha comenzado su andadura comercial la bicicleta eléctrica del fabricante alemán.
La bicicleta eléctrica ha sido diseñada por los equipos de Smart y dotada de un sistema eléctrico fabricado por la empresa canadiense BionX, especialista en motores eléctricos para un movilidad sostenible.
La bicicleta Smart es una bicicleta de pedaleo asistido que se convierte en una alternativa de movilidad sostenible para las personas que busquen un modelo con un buen acabado y las mejores prestaciones, suficiente dejar el coche en el garaje en la mayoría de los desplazamientos.
El modelo incorpora cómodos guardabarros, que protegen del agua y la suciedad de la carretera. En cuanto a sus prestaciones, incorpora un motor eléctrico de 250 vatios (W) que funciona mediante un sistema de asistente al pedaleo, mientras que la energía procede de una batería de litio extraible de 423 Wh, que, según Smart, le proporciona una autonomía de hasta 100 kilómetros con cada carga.
Pero la bicicleta eléctrica de Smart ofrece otros detalles. Por ejemplo, una pantalla desde la que se puede adaptar el nivel de asistencia y ver la carga de nuestra batería, así como comprobar los kilómetros recorridos. Toda la bicicleta pesa un total de 26 kilos. Quizá lo más mejorable sea el precio: unos 3.000 euros.
En el mercado hay alternativas más económicas que permiten disfrutar de una bicicleta eléctrica con un nivel de acabado alto, pero por la mitad de dinero, como la Fast4ward Ride, que no supera los 1.499 euros y ofrece un motor similar, de 250 W, aunque la autonomía es de 40 kilómetros. Este último aspecto es lo que eleva el precio de la Smart. Y el diseño y la marca, claro.