Esta nueva concepción de viviendas para estudiantes -o para personas que vivan solas- es increíble. No sólo están diseñadas según las necesidades de un estudiante universitario, sino que además se fabricarán con materiales sostenibles y, como puede verse en las imágenes, resultan absolutamente adorables.
Originales como ellas solas, estas casitas eco-amigables empezarán siendo poco más de una veintena en Suecia, pero fácilmente podrían empezar a crecer como setas por doquier. No en vano, además de tener una pinta estupenda han sido concebidas como un ventajoso alojamiento para universitarios, tanto en lo que respecta a un bajo alquiler como en su distribución.
Tengbom Architects logran maravillas en tan sólo diez metros cuadrados de terreno, unas dimensiones justas para las necesidades de un estudiante, al tiempo que permite una rápida construcción y reducir costes en material, mano de obra y demás.
Preferencias estudiantiles
Su objetivo es ofrecer una vivienda eficiente y compacta que sirva para construir residencias de estudiantes bajo un nuevo concepto que aúne beneficios ambientales, buenos precios y bienestar.
A la hora de diseñarlas se tuvieron en cuenta las preferencias de los estudiantes de la Universidad de Lund para, finalmente, realizar una distribución en la que cada casita independiente cuenta con un altillo, una cocina, un cuarto de baño y un pequeño jardín con un patio.
Sus reducidas dimensiones no le restan sensación de confort pero sí disminuyen su huella de carbono, lo que no está nada mal, sobre todo teniendo en cuenta cómo es la vida de un estudiante, que pasa buena parte del día en la universidad.
El proceso de construcción también consigue una buena eficiencia energética pues se utiliza una madera local sostenible que se coloca mediante una técnica que también permite ahorrar tiempo. El piso piloto está actualmente expuesto en el Museo de Arte Virserum en Småland, Suecia y ya el próximo año se construirán 22 unidades.