Cerveza a partir del pan duro

Toast Ale
Reutilizar las sobras de la comida puede convertirse en todo un arte, y de ello pueden dar buena fe nuestras abuelas, bisabuelas y tatarabuelas. De hecho, hay productos estrella de ayer y hoy, que nunca pasan de moda, como ocurre con el pan, cuyas sobras pueden convertirse en unas deliciosas torrijas, en picatostes, en pan rallado, o, como sabemos ahora, también en cerveza.

¿Cerveza a partir del pan sobrante? Es la propuesta de Tristram Stuart, activista ecológico, para darle una segunda vida al pan duro, y así evitar que acabe en la basura. Todo un invento que parece inspirado en bebidas tradicionales elaboradas a partir de pan fermentado, como el Kvas ruso o el Kanne Brottrunk germano.

Una segunda vida al pan viejo

La cerveza en cuestión tiene ya nombre e incluso de comercializa. Existen tres variedades (lager, IPA y pale ale), y los beneficios de las ventas se destinan a distintos proyectos de la ONG que él dirige.

Es más, están lanzándose ediciones especiales en países tan distintos como Brasil, Islandia o Estados Unidos. Una apuesta con futuro, por lo tanto, que tiene su origen en la visita de su alma mater a una cervecera belga llamada Brussels Beer Project.

Allí fue donde pudo experimentar con la idea y, para su sorpresa, el resultado de sustituir parte del cereal que se utiliza en el proceso por pan le pareció increíble. Tanto por su sabor como, por ende, también por lo mucho que podía suponer de cara a reducir el desperdicio de comida en el planeta, pues el pan es un alimento universal.

Por otra parte, se consigue concienciar sobre la importancia de llevar a cabo buenas prácticas sostenibles en nuestro día a día, un tema de conversación que a buen seguro tendrá lugar cuando se charle en torno a unas Toast Ale.

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