Las pajitas de plástico son un material de uso tan, pero tan efímero… En cuanto se acaba el refresco, si no nos da por repetir, van directas a la basura las más de las veces. Usar y tirar o, lo que es lo mismo, utilizar y contaminar, porque nosotros lo valemos.
Fuera de bromas, evitarles tan triste destino significa reducir desechos y abrir la puerta a todo un mundo de posibilidades que fomentarán nuestra creatividad y nos brindarán resultados muy interesantes para divertirnos y decorar nuestro hogar.
Si nos lanzamos a ello, el éxito está más que asegurado. Una victoria que significará, por un lado, evitar que acaben en la basura y, por otro, buscarles una utilidad que nos ayude a pasar buenos ratos de ocio haciendo manualidades la mar de entretenidas.
Cinco sencillos trucos
Si tenemos imaginación o somos manitas, nos resultará fácil hacer proyectos resultones «made in me», originales y exclusivos, ideales para decorar aquí y allí. En este post te ayudamos a encontrar inspiración con cinco ideas creativas para reutilizar o reciclar las pajitas:
1. Móviles decorativos: Como puede verse en la imagen superior, las pajitas son perfectas para ayudarnos a dar ese toque especial a una manualidad sencilla, en este caso un simpático móvil con forma de pez.
Siguiendo la misma idea, las pajitas son sensacionales como material para crear pendientes, pulseras o collares sencillos que encantará hacer (cortándolas previamente e introduciéndolas a modo de cuentas) y ponerse a los peques de la casa. Eso sí, evitemos que tengan acceso a éste y otros materiales similares si los niños son especialmente pequeños, por lo general propensos a llevárselo todo a la boca o a acabar introduciéndoselo en la nariz.
2. Decoración para fiestas: Después de lavarlas y dejarlas secar, las pajitas usadas son un elemento decorativo muy versátil para inventar bonitos detalles que nos ayuden a ambientar una estancia o, por ejemplo, una mesa de cumpleaños.
Si tenemos entusiasmo e imaginación las buenas ideas vendrán a visitarnos y, en todo caso, inspirémonos en ideas estupendas que ya tuvieron otros. Sería divertido convertirlas en señaladores con los respectivos nombres, como puede verse en la imagen que abre el post.
3. Cortinas de pajitas: Acumular pajitas hasta conseguir una buena colección puede ser el primero paso para convertirlas fácilmente en unas originalísimas cortinas.
4. Manualidades y diversión infantil: Jugar con plastilina o con arena es divertido, pero si además contamos con accesorios que nos ayuden a dar vida a nuestras creaciones, entonces ya se desata la locura entre los peques. En estos casos, las pajitas pueden hacer un gran papel para jugar con materiales de modelaje como la mencionada plastelina, arcilla o también para hacer collages. De nuevo, es necesario ser precavidos.
5. Forrar distintas superficies: Se necesitan muchas pajitas para forrar cualquier superficie, incluso las más pequeñas. Sin embargo, también es cierto que reunir muchas pajitas no es demasiado complicado si somos aficionados a ellas.
En nuestro afán de sumar más y más pajitas, eso sí, no es buena idea lanzarse a por ellas en una heladería o cafetería recogiéndolas del suelo, papeleras o de las mesas. Una vez utilizadas, solo por haber estado en contacto con la boca y las manos son un posible foco de infección, por lo que abstenerse es lo más razonable.
Cuando contemos con un número suficiente para nuestro proyecto, iremos colocándolas una junto a la otra, cuidadosamente, ya sea enteras o cortándolas, sobre la superficie que deseemos. La cola hará su labor y cuando se seque tendremos un marco de fotos o de un espejo renovado o, por ejemplo, la tapa de una cajita y, si nos atrevemos, forremos la cajita entera.
Me encanta el pez ;)