El vinagre de blanco es un producto ecológico, que sale muy bien de precio y no le pasa factura al planeta. Además, utilizado como alternativa a los típicos limpiadores caseros o cosméticos nos evita contaminar con productos químicos el medio ambiente y, no menos importante, el mismo entorno doméstico.
En este post daremos cinco pautas en forma de trucos sencillos que nos ayuden a sacarle todo el partido al vinagre blanco. Su poder desinfectante obedece a un hecho simple: se trata de un ácido biodegradable de gran eficacia, que puede aplicarse más o menos diluido por lo que es muy versátil como limpiador ecológico o para el cuidado personal.
Usos prácticos del vinagre
1. Desinfectar el hogar: El vinagre no tiene nada que envidiar a la lejía, a la que creemos falsamente el summum de la desinfección. Con la ventaja de que evitamos el uso de productos químicos irritantes perjudiciales para la salud y también muy contaminantes utilizando menor cantidad.
El truco para que no resulte demasiado agresivo con las distintas superficies no es otro que añadir la dosis adecuada. Nos ayuda a desinfectar suelos, el interior de la nevera, el cuarto de baño, el fregadero… En ningún caso aplicar de forma directa sobre suelos o superficies delicadas pues el vinagre es corrosivo y perdería su brillo. Será de gran ayuda mezclarla con bicarbonato de sodio y limón para lograr mejores resultados.
2. Desodorizar aire y superficies: Al tiempo que desinfectamos, el vinagre acaba con los malos olores. Su característico olor desaparecerá por completo al cabo de unos minutos, en cuanto se evapore.
Para acabar con pestilencias en una estancia o en el interior de un armario o nevera, hervir cuatro partes de agua por una de vinagre y dejar que el vapor actúe durante unos minutos. Si vaporizamos también lograremos un efecto similar.
3. Dar brillo: Añadir un chorrito de vinagre en el agua de enjuague del pelo lo hace brillar más, y lo cierto es que este truco de sabiduría popular funciona.
Para hacer brillar la vajilla u otros objetos a los que les afecte con una capa mate la cal del agua, diluir vinagre en agua de lavado y usarla para el enjuague. También nos ayudará a hacer brillar espejos y dar una nueva vida a cazuelas u otros accesorios de acero inoxidable, en cuyo caso sería interesante añadir bicarbonato de sodio y aplicar la mezcla tras calentarla.
4. Cosmética fácil: El vinagre de manzana será perfecto para lavar el rostro. Nos ayudará a reducir el acné, las espinillas y la grasa en general. Su uso se recomienda diluido con agua o con otros ingredientes.
También es eficaz contra las manchas de edad y equilibra el pH del rostro, si bien puede resecar cuando se utiliza cotidianamente, con lo que se recomienda espaciar su uso o hidratar oportunamente tras el tratamiento.
5. Alivia las quemaduras: Aplicado sobre las quemduras recién hechas, el vinagre blanco reduce el ardor y la hinchazón, siempre que éstas sean leves. En caso contrario, hemos de acudir al médico de urgencias de inmediato.
Si la quemadura se produce en un dedo, por ejemplo, será fácil sumergir la quemadura en vinagre o, por ejemplo, aplicar un algodón empapado, con un mejor resultado si además el vinagre está fresco.
A continuación, dejaremos actuar hasta que la sensación de malestar desaparezca y aplicaremos al cabo de unas horas si vuelve. Un truco para conseguirlo es tener una botellita de vinagre en la nevera, siempre listo para éste u otros usos en la cocina. De hecho, como es bien sabido, el vinagre tiene un sinfín de aplicaciones culinarias que no debemos desaprovechar.