Existen diferentes motivos para reciclar. Esta práctica nos permite reducir la sobreexplotación de los recursos naturales y la contaminación del aire y el agua. Además, es una de las actividades más sencillas en la que podemos participar directamente y cada miembro de la familia, desde el más pequeño hasta el más grande, puede aportar un granito de arena.
Pero, ¿cómo podemos incluir a los chicos en el proceso de reciclaje? Se requiere trabajar en los conceptos y realizar algunas prácticas sencillas.
Enséñales criterios ecológicos
El consumo ecológico se puede plantear desde diferentes puntos de vista. Por ejemplo, considerar criterios ambientales en nuestras compras. Los niños y jóvenes necesitan experimentar estas prácticas de forma progresiva. Entonces, hay que educar para consumir de manera sostenible. Al hacer las compras enséñales a elegir los productos por su precio y su calidad, pero también porque sean respetuosos con el medio ambiente.
Por ejemplo, apostar por productos a granel, sustituir las bolsas de plástico de un solo uso por bolsas de tela. Llevar un carrito para hacer la compra. Evitar comprar agua embotellada en plástico. Incluso podemos adquirir artículos sostenibles relacionados con el uso de tecnologías como los cargadores de celular, una herramienta imprescindible para los más jóvenes.
Hace unos años hubo un boom de productos a los que se le aplicó la energía solar. A menudo, el interés viene motivado por criterios ecológicos. Según la información proporcionada por Zonatech.es, un cargador solar de móvil es un dispositivo portátil que permite transformar la energía solar fotovoltaica en energía eléctrica, la cual puede ser utilizada por dispositivos como smartphones o tablets. Por su carácter sostenible, las garantías que ofrecen los fabricantes suelen ser extensas y la durabilidad puede alcanzar hasta los 25 años.
Menciónales las 3 R
Las tres erres (3R) es otro concepto para cuidar el medio ambiente. Consiste en “reducir, reutilizar y reciclar”. En pocas palabras, ayudan a reducir la cantidad de basura generada, a ahorrar y a reciclar todos los materiales que sea posible para ser un consumidor responsable.
Los niños deben conocer la importancia de valorar los recursos que tienen como, por ejemplo, su ropa y sus juguetes. Mientras más vida útil le den a estos artículos, más lo aprovecharán. Otra práctica es otorgarles materiales como rollos de papel, revistas viejas o cajas de cartón para que “fabriquen” sus propios juguetes con materiales reciclados. Esto también les permitirá explotar su imaginación y creatividad.
También pueden aprovechar los residuos orgánicos, como por ejemplo, las cáscaras de huevo para realizar compost para el jardín. A los más pequeños les encanta ayudar y colaborar y esta puede ser una actividad que involucre a diversos integrantes de la familia.