La belleza natural va mucho más allá de lavarse la cara con agua clara, y dejar que Dios ponga lo demás. Como dice esta famosa y galante redondilla del viejo cancionero recopilado por López Maldonado, la hermosura de una jovencita no necesita componendas para lucir.
Del mismo modo, podemos encontrar productos fantásticos procedentes del cultivo ecológico que nos ayudan a tener buena cara sin necesidad de maquillajes. En este post vamos a repasar algunos productos naturales que nos ayudan a practicar un tipo de belleza bio. En este caso, a poner buena cara al mal tiempo, literalmente.
Exfoliar e hidratar
La exfoliación es una práctica muy aconsejable durante todo el año. Si quieres tener una piel resplandeciente, uniforme y libre de imperfecciones, eliminar las capas más superficiales de la piel de forma progresiva es una solución perfecta.
Exfoliaremos el cutis con más cuidado. Los masajes han de ser circulares y suaves. El resto del cuerpo puede soportar un masaje un poco más enérgico, siempre dentro de lo razonable y no por más de un par de minutos. Luego, solo enjuagamos con agua tibia y secamos para evitar que la piel se reseque.
En nuestro hogar tenemos productos que pueden servirnos. Reciclar posos de café para este uso nos servirá al tiempo para dar a la piel un ligero tono bronceado. Sus antioxidantes, a su vez, tonificarán la piel. Usar una esponja Konjac, legumbres o arroz molido es otra interesante opción.
Con ello conseguiremos preparar la piel para aplicar tratamientos posteriores. Cuando llega el frío, lo suyo es mantener la piel bien hidratada para evitar que se reseque. En general, todo el cuerpo, pero especialmente cara y manos, sin olvidar los labios o cualquier otra área que esté más expuesta al frío.
Hidratar a continuación es importante no solo para restablecer la sequedad que provoca la exposición al frío y al viento. También nos ayuda a restablecer el equilibrio de la piel recién exfoliada. Por lo tanto, obtenemos un doble beneficio.
La manteca de cacao, la manteca de karité, el aceite de coco, aceite de almendra o el aceite de argán, todos con certificado ecológico. Bastará con aplicar una pequeña dosis. Es común mezclar distintos productos e incluso añadir algunas gotas de aceite esencial.
Si lo preferimos, incluso podríamos mezclar uno o varios de los productos hidratantes con otros exfoliantes. Se trata, en suma, de encontrar la fórmula perfecta en función de las características de nuestra piel, nivel de sequedad y preferencias personales. Aportar aroma hace la aplicación muy agradable y deja un sutil aroma después.
Algunos sencillos consejos
Hidratarse externamente servirá de poco si no ingerimos los líquidos suficientes. Si cuando hace buen tiempo solemos beber más, ocurre todo lo contrario en invierno. El riesgo de estar deshidratado se traduce en consecuencias que van más allá de lo meramente estético.
Centrándonos en esto último, beber entre 6 y 8 vasos de agua al día protegerá nuestra piel y nos ayudará a que se vea en buen estado. Por descontado, hacerlo también nos ayudará a llevar una vida más saludable.
Las infusiones son una opción ideal para beber más líquido en invierno. Recordemos que los típicos saquitos de papel son nocivos para el medio ambiente y nuestra salud, básicamente por el tratamiento de cloro al que se someten.
Por lo demás, todo son ventajas si sabemos elegir el tipo de hierbas que más nos convenga por distintos motivos de salud. Si las tomamos calientes nos servirá también para combatir el frío y no abusar de la calefacción. O, lo que es lo mismo, la piel no se deshidratará tanto, pues la calefacción reseca el ambiente.