Darles un nuevo aire a los adornos viejos de Navidad


En el idioma del reciclaje, customizar y reutilizar son conceptos que van de la mano. En este caso, el objetivo es no tanto reutilizar para un uso distinto, como suele ser habitual, sino para renovar nuestra decoración navideña con objetos que ya nos servían para tal propósito, sin necesidad de comprar otra nueva ni de hacer laboriosas manualidades con materiales reciclados.

Las típicas bolas que colgamos del abeto o que animan los aburridos espumillones son un gran tesoro en este caso. Bastará con darles un nuevo aire pegándoles imágenes o dibujos que nos agraden, por ejemplo el logo de nuestro superhéroe favorito o, por qué no, cubriéndolos de purpurina o forrándolas con papel de regalo y retales que tengamos por casa.

Cuelga tus deseos

Si nos resulta monótono el árbol artificial de siempre, seamos creativos con sus adornos. Aprovechemos lazos, cuerdas, juguetes de pequeño tamaño o esos tapones de plástico de las botellas para decorarlos y también para escribir en su interior los deseos para el próximo año. Por loca que nos parezca la idea, no la descartemos si el resultado es llamativo y nos agrada, aunque no sea nada convencional.


Las coronas son otra opción diez. Simplemente hemos de aprovechar una corona navideña como base para colocar cualquier material que deseemos reciclar, como componentes electrónicos, envolturas de bombones o chocolatinas y, en fin, todo aquello que nos dicte la imaginación.

Si no tenemos coronas de años anteriores, hacerla desde cero es fácil a partir de objetos decorativos típicos de estas fiestas, como las mismas bolas u otros colgantes del árbol. Tal y como puede verse en la imagen, no es necesario que haya elementos vegetales para que su sabor navideño sea de lo más genuino. El único truco es dejarse llevar por el buen gusto aliñado por una cierta dosis de locura, todo ello aderezado con el espíritu de la Navidad.

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