Optar por los medios de transporte más sostenibles, preferir los productos ecológicos, ahorrar agua y luz, recurrir a las energías renovables o practicar el reciclaje creativo, pongamos por caso, son maneras típicas de tener gestos eco-amigables en nuestro día a día. Sin embargo, hay otras muchas maneras cotidianas de ser un poco más respetuosos con el medio ambiente.
Aligerar nuestra huella de carbono, de hecho, no sólo depende de esas costumbres verdes a las que nos impulsa nuestra conciencia ambiental, sino también de mil y un trucos la mar de ingeniosos que podemos aprender para ahorrarle un buen pellizco de carbono a la atmósfera y a menudo también dinero, como los diez siguientes:
1. Envía un email o haz reuniones virtuales: Ya sea por motivos profesionales o personales, las reuniones o eso que llamamos informalmente «quedar» no siempre es imprescindible. Cuando podamos, en lugar de coger el coche o de desplazarnos de cualquier otro modo más o menos contaminante, aprovechemos las posibilidades que nos brinda la tecnología. Las opciones para ahorrar tiempo, dinero y emisiones son muchas: enviar un simple email, videoconferencia…
2. Convierte las hojas impresas en blocs de notas: Si tiene papel no deseado que sólo ha sido impreso por una cara, será fácil cortarlo en mitades o cuartos y creemos unos prácticos blocs de notas. Si los decoramos con una tapa tipo collage o forrada con trozos de retales, por ejemplo, el resultado será estiloso.
3. Acuérdate del bambú : El bambú no es todo lo sostenible que nos gustaría, pero también es cierto que resulta más ecológico que la madera y que otros materiales alternativos, como la cerámica o el plástico. Idealmente, a la hora de elegir objetos o muebles de bambú, como cuencos, bicicletas o estanterías, vigilemos que la empresa que los fabrica practique el comercio justo.
4. Aprovecha la energía para cocinar: Ya sea una cocina de gas, eléctrica o vitrocerámica, es impotante que el tamaño de la olla coincida con el del fogón y, sobre todo, que no sea más pequeña. Así evitaremos despilfarrar energía. En general, las llamas de gas sólo no deben calentar los lados de la cacerola o de la sartén. Esto también ayudará a una mayor durabilidad de la batería de cocina.
5. Cerrar la puerta de la nevera: No sólo asegurarnos de que no se queda abierta por mucho tiempo sino también asegurarnos de que las gomas o sellos están en perfecto estado. En caso de que los sellos no sean funcionales perderá una gran cantidad de electricidad, pues se comportará como si estuviera abierta.
6. Convierte en abono los restos del café y del té : Los posos de café, las hojas de té y de un sinfín de infusiones se pueden también utilizar como abono y también como insecticida natural. Además, podrían servir como ambientadores en espacios pequeños, como cajones, el fondo del cubo de la basura, etc.
7. Adiós a los insecticidas: En lugar de recurrir de forma sistemática a los insecticidas para alejar plagas de jardín, desde pequeños huertos hasta macetas. Pueden servirnos las hojas del té, el poso del café o la pulverización de un café ligero, las pieles de los cítricos, el vinagre o, por ejemplo, aplicar en la base, alrededor del tallo serrín o las cáscaras de huevo trituradas,
8.Mejor en tren que en avión: A la hora de elegir un transporte sostenible a diario parece que todos tenemos claro que lo mejor es aparcar el coche, y del mismo modo, los vuelos resultan tremendamente contaminantes. Dada la gran cantidad de energía necesaria por el avión, los trenes son una opción eco-amigable que nos evitará echar por la borda el esfuerzo de todo un año por cuidar el planeta.
9. No a los artículos de hotel: Evitar los artículos de hotel, es decir, dejarlos intactos, tal cual, sin usarlos ni llevarlos con nosotros es un gesto verde que podría ayudar tremendamente a evitar el exceso de plásticos, sobre todo si cundiera el ejemplo. Llevemos nuestro cepillo de dientes, gel y champú de casa, así de fácil.
10. Ambientadores naturales: Cambiar los olores químicos y enlatados por esencias orgánicas de nuestras flores o hierbas favoritas es más sencillo de lo que pueda parecer. Bastará con crear nuestros ambientadores mezclanco unas gotas de esas esencias con agua y pulverizarlo o, por ejemplo, impregnar objetos de madera o echar algunas gotitas en superficies estratégicas para conseguir grandes resultados.