Cada vez aparecen más gadgets ecológicos. Muchos aprovechan la energía solar o, los menos, la eólica u otro tipo, como la propia energía que pueda generar el ser humano. Además, es importante que el material del que se esté construido el dispositivo no contamine, es decir, que, a ser posible, no sea plástico, que no provenga de una materia prima sucia como el petróleo. Y si es de algún material natural, como pueda ser la madera, mejor todavía.
Últimamente, en esta línea, estamos asistiendo a una competición por ser el diseñador más ecológico y aparece, cada cierto tiempo, un más difícil todavía. ¿Es que se puede ser más ecológico sin usar las energías renovables? Sí, no usando ningún tipo de energía. Y, además, elaborando los altavoces con una planta de rápido crecimiento, lo que hace sostenible al gadget, el bambú. En fin, unos altavoces fabricados con bambú y que no necesitan ninguna fuente de energía para funcionar. ¿Magia? No. Imaginación y creatividad.
Estos altavoces creados por el diseñador Anatoliy Omelchenko se componen de una pieza de bambú hueca con una ranura central para colocar el iPhone. El interior de la pieza de bambú funciona como caja de resonancia. ¿Y eso funciona? Con sólo colocar tus manos ahuecadas en el altavoz del teléfono comprobarás que el sonido aumenta y se percibe mejor.
Evidentemente, estos altavoces no sirven para celebrar un concierto en el estadio de Wembley, pero sí para para escuchar mejor la música de tu iPhone cuando están es casa o en la oficina. Los altavoces de bambú amplifican el sonido naturalmente. En algunos lugares de la naturaleza, como en una cueva, el sonido rebota y se amplifica. O el eco de las montañas. También el hombre ha construido escenarios, como los anfiteatros romanos, diseñados para escuchar mejor los sonidos, en esta caso, las palabras de los actores, sin recurrir a cables ni electricidad. Basta con usar ingeniosamente los principios de la Física.
El nombre del ingenio es muy apropiado: iBamboo. Su creador, por las características del invento, recomienda escuchar jazz o música clásica. Una última ventaja es que el trozo de bambú es muy ligero y se puede llevar a cualquier parte cómodamente.