Vimos cómo hacer un terrario de forma fácil y ahora traemos una idea similar pero al mismo tiempo muy distinta, con un resultado sorprendente. ¿Porque, es o no insólito y a la vez increíblemente sencillo crear un terrario en el cajón de una mesa?
Eso sí, cuando aludo a la sencillez me refiero al concepto, es decir, a la idea en sí y no tanto a su realización. Concretamente por la dificultad que conlleva crear un espacio que resista el riego y permita el paso de la luz. Aunque también es cierto que existen mesas diseñadas con huecos para mostrar objetos decorativos que podrían servirnos bien con un par de arreglos del cristalero y/o del carpintero.
En fin, sea como fuere, lo cierto es que el invento resulta de lo más atractivo y que su creador lo llevó a cabo motivado por la falta de luz durante los inviernos de su país, Noruega. Así, el terrario inventado por el diseñador Daniel Zeller le proporciona un contacto con las plantas mientras pasa largas horas en su increíble mesa de estudio.
Una mesa con vida interior
Como podemos observar, el diseño combina la madera rústica con el cristal, formando una bonita combinación tanto visual como en cuanto a la sensación de confort lograda, en su mayor parte gracias a la vida que bulle en su interior.
El cajón lateral hecho de vidrio es el quid de la cuestión a la hora de entender el sistema creado por el ingenioso padre de la criatura. No sólo permite iluminar la habitación y crear una atmósfera acogedora, tenue y diáfana a la par, sino que además permite una limpieza y un funcionamiento óptimo del terrario para que las plantas crezcan sanas y bonitas.
Además de la luz natural, el terrario recibe la luz de la ventana, de ahí que se haya situado estratégicamente junto a ella. Lo que ya no parece garantizado es que puedan regarse con el agua de lluvia, aprovechando la cercanía al ventanal. Aunque no estaría nada mal idear un modo de lograrlo.