Es bonita, decorativa a tope, y toda una tradición. Crea sensación de hogar y luce hermosa. Junto con el abeto y el muérdago, el acebo, la flor de pascua es la planta estrella durante la época navideña. ¿Pero, y después, qué ocurre con ellos? En este post te ayudamos a conseguir fácilmente que la flor de pascua no acabe en el cubo de la basura cuando acaben las fiestas.
Así es, aunque conservarla sea algo excepcional, en realidad no resulta difícil hacerlo y dándole boleto además estamos perdiendo la posibilidad de tener una linda planta en el jardín, balcón o dentro de casa. Acostumbrados a tratarla casi como un adorno navideño más, ni siquiera nos molestamos en trasplantarla. Y, naturalmente, la pobre no aguanta en tiestos minúsculos, empieza a marchitarse y sin pensarlo ni tener dolor de corazón, siplemente ponemos fin a la historia.
Darle una oportunidad a la planta es sencillo. Basta con cuidarla mínimamente con el fin de que no se deteriore, es decir, para que se mantenga lozana e incluso crezca. Eso sí, observarás que pronto dejará de mostrar su color rojo, pues éste sólo se consigue cuando se mantiene en la oscuridad, pero hasta para eso hay solución.
Así, aunque pasados los días pierda su color, que no cunda el pánico porque no es motivo de preocupación. La planta, simplemente, está recibiendo más luz y acaba por aclarar el color de sus hojas. Sin embargo, si empieza a perder hojas y a caérsele las flores, significa que hemos de actuar lo antes posible para evitar que acabe muriendo en breve.
No es necesario esperar a que ello ocurra. Cuidémosla como se merece y necesita desde el primer día y tendremos planta para muuucho tiempo. Lo cierto es que se puede lograr que te sirva para varias navidades. De ti depende, de tu mano verde para hacer una serie de cosas básicas: regarla, abonarla, podarla y encontrar el lugar idóneo para ella.
En primer lugar, trasplántala si su maceta es especialmente pequeña. Aunque el momento idóneo para hacerlo es el mes de junio, no esperes tanto porque simplemente no resistirá y, en cualquier caso, asegúrate de que tenga abundante turba. La tierra, en todo caso, ha de ser rica en materia orgánica y también debemos abonarla una vez al mes.
Su riego ha de ser regular, justo cuando notemos que la tierra está seca, algo que ocurrirá cada pocos días en ambientes interiores, sobre todo si se pone la calefacción. De hecho, convendrá tenerlas dentro de casa si las temperaturas afuera son frías pues, además, la floración exige temperaturas nocturnas que no bajen de los 15 grados centígrados. También puede tenerse adentro y sacarla durante el día, siempre y cuando el clima no sea demasiado frío y evitando el sol directo.
Además, no olvides podarla de junio a septiembre, cortando las yemas para que la planta no crezca demasiado ni de forma poco armónica. Finalmente, para que sus flores vuelvan a lucir rojas, desde octubre mantengámoslas en la oscuridad durante 14 horas aproximadamente, haciéndolo coincidir con la noche. Lo conseguiremos de forma sencilla poniéndola a oscuras o colocándole una caja encima durante ese tiempo, cuidando que sea amplia y quede holgada, sin llegar a rozarla.
Venenosa y alergénica
La planta es tremendamente estética y el color rojo de sus flores resulta la mar de navideño. Sin embargo, tiene importantes inconvenientes. Si tienes mascota, ten cuidado pues resulta venenosa. En efecto, las plantas de flor de pascua (poinsettia) son tóxicas para los gatos y puede provocar irritación en la boca si se ingiere, por lo que también hay que tener especial cuidado con los niños.
Para evitar alergias, mejor prescindir de ella, pues las provoca a los alérgicos al látex, pues pertenece a la misma familia que el árbol de caucho, del que se obtiene el látex natural. Por lo tanto, si tienes alergia al látex lo mejor es que busques alternativas o simplemente la mantengas a distancia.
Alternativas verdes a la flor de pascua
La flor de pascua no sólo puede disfrutarse comprando una planta. Si quieres reducir tu huella de carbono y, en suma, hacerle un favor al planeta, no alimentes el mercado de estas plantas, que acaban siendo flor de un día en la mayoría de las ocasiones. Dibújala, fotografíala, póntela como fondo de pantalla, consigue una artificial o crea una reciclando, por ejemplo con retales de tela de color rojo brillante o, por qué no, de cualquier otro color. Será mucho más verde optar por cualquiera de estas alternativas más eco-amigables.