Hacer miel en casa, un gesto ecológico

Apicultura urbana
Hacer miel en casa no es una locura ni mucho menos un imposible, sino una posibilidad real, factible que, además, se ha convertido en tendencia. El gusto por lo natural, agudizado en los entornos urbanos, donde tanto escasea el verde, la pasión por las novedades y las tentadoras propuestas que prometen un autoconsumo que incluso puede salir rentable. ¿Te apuntas a la apicultura urbana?

Vaya por delante que no siempre es cuestión de gusto o voluntad, porque las normativas a menudo impiden hacerlo, en cuyo caso la única solución es tener un huertecito lo suficientemente alejado como para no contravenir ley alguna. Y, sea como fuere, las cosas pueden cambiar en cualquier momento, sobre todo teniendo en cuenta el auge que está cobrando este tipo de apicultura.

Ventajas de la miel casera

Aunque no podemos garantizar que sea ecológica, comer miel de cosecha propia es todo un lujo en varios sentidos. Suena bien, eso es difícilmente rebatible, pero la experiencia convierte ese zumbido celestial en precisamente eso, una experiencia que nos haga más conscientes del problema que supone la crisis que padecen los polinizadores.

Un problema global que está poniendo en jaque la supervivencia misma del ser humano. No en vano, la labor polinizadora sustenta más de la mitad de los cultivos que alimentan a la población en todo el mundo, y las abejas melíferas son claves en esta función.

Además de la ventaja de la concienciación ambiental, el cultivo de miel en casa supone una aportación interesante a nuestra alimentación. No solo porque se aprovecha la miel sino también los panales para el autoconsumo y, si hay excedentes, podemos regalarla, hacer trueques dentro de la denominada economía colaborativa o, cómo no, venderla en mercadillos, vía internet, en una tiendecita, a las herboristerías…

En este sentido, cultivar miel y comerciar con ella en nuestra región potencia el consumo local y contribuye a fomentar la biodiversidad del entorno urbano y no urbano, sobre todo en zonas en los que escasean o prácticamente no existen los enjambres naturales.

Apicultores principiantes

¿Hacer nuestra propia miel es coser y cantar? Al menos, es lo que prometen algunos diseños de «panales urbanos» que están inundando el mercado. Sus modelos de corte futurista nos invitan a iniciarnos en el mundo de la apicultura sin tener apenas conocimientos.

Miel
En realidad, eso no es así. Por muy de moda que esté cuidar colonias de abejas, se necesitan conocimientos, y no solo teóricos. Para un apicultor novato, la formación es imprescindible, aunque si uno se lo propone resultará sencillo. No hacerlo no solo significa exponerse a acabar cosido a picaduras, sino renunciar a una buena productividad y no saber cuidarlas, por lo que perjudicamos nuestro bolsillo, el medio ambiental y ponemos en riesgo nuestra salud.

Por otra parte, la miel sirve para uso terapéutico y cosmético, además de ayudar a polinizar las plantas, con lo que podemos sacar un buen partido si instalamos el panal en nuestro mini huerto, ya esté en la terraza, en el jardín de casa o en un campo de cultivo.

Más allá de la ventaja del autoconsumo y de un posible negocio, no olvidemos que cuidar a las abejas es cuidar el planeta. Parece una exageración, pero es completamente así. Nuestra civilización, la especie humana depende de ellas para sobrevivir. En este sentido, la apicultura urbana se revela como una posible solución para evitar la desaparición de las abejas. Paradójicamente, los campos son un espacio hostil para ellas. La agricultura intensiva ha enrarecido el ambiente, cargándolo de plaguicidas, mientras la ciudad las acoge con los brazos panales abiertos, dispuesta a dejarse polinizar. Una bonita manera de florecer. Tanto las abejas como las ciudades. ¿Qué, te apuntas a la apicultura urbana?

2 comentarios

  1. Hola saludos
    Interesante tema la apicultura, además de que se puede contribuir a la conservación de la especie humana.
    Por mi parte confieso que no sé nada sobre el tema y pues como novato me gustaría que me enviaran información para adentrarme en ese mundo tan fascinante.

  2. Hola, tengo un terreno muy grande y me gustaría formarme como apicultora
    Pero no sé ni cómo empezar solo tengo muchas ganas de aprender y de hacer
    Gracias si me podéis orientar

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