Ideas fáciles para reciclar las cáscaras del coco

Las cáscaras de coco son un auténtico tesoro para el reciclaje creativo. Es una auténtica pena tirarlas cuando pueden inspirar un sinfín de objetos o usos prácticos de lo más variados. En este post hacemos un repaso de algunos de ellos para darte ideas sencillas de aplicar.

Convertir una o ambas cáscaras del coco en una canasta o maceta de aspecto tropical es una solución socorrida que tiene su encanto. Además de eliminar bien la pulpa y dejarla secar antes de trabajarla, se necesita poco más para llevarlas a cabo con éxito. En el caso de la maceta, haremos unos agujeros de drenaje con la taladradora y broca, y para las canastas podemos añadir una cinta de cualquier material (retales, cuerdas, etc.) para colgarla. Del mismo modo, la maceta queda perfecta colgada o atornillada a la pared. Luego, sólo rellenar con tierra y plantar la semilla.

Las ideas para hacer manualidades son tantas como tu imaginación te dicte. ¿Qué tal si volvemos a unir las dos mitades (será fácil con una pistola encoladora) y hacemos una hucha o un muñeco?. Hacer un joyero es otra posibilidad que quedará genial o, por qué no, utilizar una o dos mitades para guardar conchas marinas y colocarlas sobre una mesa o estantería o hacer un original comedero para pájaros silvestres. Si nos atrevemos, incluso podríamos hacer un nido.

También podemos pintarlas o embellecerlas con retazos de tela de colores de estampados hawaianos o con formas de palmeras, junto con un saludo o mensaje pintado o escrito directamente con rotuladores permanentes, en este caso lijando y aplicando antes un color de base con pintura acrílica. El simple placer de crear justifica este tipo de manualidades, son el aliciente de ser perfectas para decorar, regalar o, por qué no, para utilizar como envoltorio de regalo.

Abono natural

Como elemento compostable, cuanto más troceado o triturado esté, mucho mejor. Como ingrediente para tu compost casero será interesante. Por otra parte, puedes adquirir fibra de coco compostada, un nuevo producto de jardinería ecológico y biodegradable cuyos resultados son similares al compost de turba. De hecho, biodegradar estos residuos consigue transformarlos en subsratos y abonos orgánicos que constituyen una alternativa verde a la jardinería y agricultura convencionales.

Al igual que se utilizan los huesos de frutos para nutrir las plantas, como ocurre por ejemplo con la semilla del aguacate, las cáscaras de coco son ricas en hormonas de enraizamiento, por lo que nuestros vegetales también podrían beneficiarse de un compost que las contuviese. De nuevo, sería una alternativa natural a las hormonas de enraizamiento de composición química, normalmente utilizadas para acelerar el crecimiento.

Repelente de insectos

Trituradas, las cáscaras de coco son la materia prima básica de briquetas -conglomerado de carbón en forma de ladrillo-, siguiendo un proceso que carboniza las cáscaras. Se trata de un procedimiento especial, que convierte las cáscaras de coco en carbón vegetal, y no son los únicos en hacerlo, pues ya los polinesios prendían sus hogueras con ellas. En Nom Pen, la capital de Camboya, las cáscaras de coco se desecha tras rallar la pulpa, muy utilizada en numerosos platos tradicionales.

Se trata de un residuo de fácil reutilización y, de hecho, en los mercados de esta ciudad se acumulan sacos de cáscaras de coco que luego se vende para fabricar carbón de madera. Allí hay una industria dedicada a la fabricación de carbón vegetal sin necesidad de talar árboles, algo tremendamente positivo si tenemos en cuenta la terrible deforestación que sufre el país. ¿Pero, cómo podemos hacerlo nosotros? Lógicamente, no tenemos esta infraestructura, pero igualmente pueden quemarse algunas cáscaras de coco en la chimenea, logrando un efecto anti mosquitos.