Las chanclas parecen muy difíciles de reutilizar una vez finiquitada su vida útil en nuestros pies, pero tengamos en cuenta que a una mente imaginativa poco o nada hay que se le resista.
Por lo tanto, antes de echarlas al cubo de la basura o dejar que sucumban al abandono y al olvido, intentemos darles una nueva vida inspirándonos en ideas como las que vamos a dar en este post.
En plan práctico, sin moverlas del suelo, sirven como almohadillas en el traslado de muebles, puestas tal cual, o de muebles e incluso de objetos decorativos recortándolas en trozos a la medida para evitar que rasquen el suelo o cualquier otra superficie.
Otro uso que no requiere hacer gran cosa es utilizarlas para jugar con tu perro a lanzarla y que te la traiga, si bien antes deberemos lavarlas a conciencia, obviamente.
Cortinas y objetos decorativos
Si deseamos liberarlas de andar por el suelo y darles su merecido descanso, nada como decorarlas con un rotulador y colgarlas de la pared como un mini tablón de notas, lucirlas sobre una estantería o, por qué no, utilizarlas de un modo insospechado cortándolas con formas divertidas (estrellas, corazones, etc.) para hacer una cortina.
Si nos apetece hacer manualidades, la suela entera servirá como materia prima para utilizar dándole alguna forma con las tijeras para adaptarla a una tapa que nos sirva de almohadilla para alfileres. O, con la misma idea, aplicarlo a una caja que utilicemos como joyero donde guardemos pendientes, agujas o pins.
Por último, pueden hacer un gran papel para tapar rendijas o agujeros por los que pase el aire de forma provisional, mientras buscas una solución definitiva. O, por qué no, puedes aprovechar la suela para hacer una exclusiva sandalia cruzando un par de tiras de tela para sujetar el empeine.