No siempre hay que reciclar los muebles o reutilizar parte de ellos de forma aburrida y lógica porque, si algo tiene esto del reciclaje es, precisamente, la posibilidad de ir más allá de lo esperado. En una palabra: sorprender, como sabe hacer con maestría el diseñador holandés Weiand Joscha.
Su colección de muebles parecen sacados de un IKEA, sí, pero de otro mundo, y si no échale un vistazo a sus propuestas para ver hasta dónde puede llegar la imaginación de este artista tan poco convencional.
Sus muebles unen objetos o muebles de lo más dispares, que nunca jamás pensaríamos que pudieran estar juntos de un modo funcional. Sin embargo, en estos casos ocurre todo lo contrario, ya que su unión obedecer, precisamente, a un fin práctico.
Un segundo uso inesperado
Si nos fijamos en las imágenes, trabaja con una estructura de madera que hacer servir de mil un modos bien para sujetar, proteger o simplemente para disponer distintos elementos del modo deseado.
Todo vale para tener un segundo uso, desde un reloj de pared hasta una caja de plástico para almacenar frutas o un flexo antiguo. La idea es conseguir el resultado buscado sin miedo a lo estrambótico ni al qué dirán y, al mismo tiempo, intentando aprovechar los escasos metros que suelen tener las viviendas, pues este tipo de creaciones se presta mucho a crear muebles que sirvan para varias cosas. Un milagrito que logra gracias a la suma de elementos que pueden llegar a componerlos, tantos como sean necesarios, y tan dispares como dicte su sino. Eso sí, hemos de aplicarnos a la hora de diseñarlos, pues el secreto de su éxito es combinar funcionalidad con un toque de genialidad.
Porque, al fin y al cabo, en nuestro hogar hemos de vivir lo más cómodos posible y cualquier invento que nos haga la vida más fácil seguro que es bien recibido. Si, además, divierte y pone un toque personal cuidando el entorno, entonces mejor que mejor.