Ideas para decorar con adornos naturales

La decoración con plantas es todo un clásico. Sin embargo, también la naturaleza muerta puede dar vida a un espacio interior. Al margen de las pieles y de los esperpénticos trofeos de caza, éticamente en las antípodas de la ecología, hay otros elementos que la naturaleza nos regala de forma incruenta, fáciles de tranformar en un objeto decorativo original.

Hojas y flores secas, espigas de trigo, frutos secos, piñas de pino, caracolas de mar, piedras de río, rocas de formas caprichosas que nos resulten atractivas, y un sinfín más de elementos naturales pueden sernos de gran utilidad para decorar nuestro hogar.

El otoño es un momento perfecto para conseguir ramas, hojas secas amarillas, rojizas y las típicas frutas y frutos de otoño, como la granada, el membrillo, las uvas, los caquis, los higos, del mismo modo que la primavera nos regala millones de flores (además, son geniales las ramitas de almendro o melocotonero cuando están floridos) que será fácil secar para hacer maravillosos murales o composiciones que podemos enmarcar o colocar debajo de la superficie de cristal de una mesa, pongamos por caso.

Si durante el verano las hojas de parra están esplendorosas, luciendo su característico verde, en otoño amarillean y caen. Usarlas cuando son verdes puede resultar muy decorativo a la hora de crear un centro de mesa o simplemente colocándolas en plan minimalista, para dar un toque especial a una mesa de lujo, lista para una cena especial.

Un sinfín de posibilidades

Todas las estaciones tienen su atractivo, y en todo caso en cualquier época del año podemos encontrar conchas de mar, arena de playa, piñas de pino, rocas con formas interesantes o, por ejemplo, bonitas piedras de río. Su uso en solitario o haciendo composiciones permite crear aprovechando envases de cristal, retales, cajitas, y otros elementos que a los que podremos dar una segunda vida fácilmente.

Las hojas con formas lanceoladas o las que tienen forma de estrella, con varias puntas son ideales para utilizar como patrón para muy distintos usos, que pueden ir desde decorar un pastel (echaremos el azúcar glasé como toque final, colocando previamente la hoja, y luego la quitaremos para obtener un bonito efecto nevado con el perfil de la hoja), o para crear bonitos efectos en superficies pintadas, como paredes o puertas. En este caso, simplemente pintamos alrededor de la hoja, que habremos fijado con cinta adhesiva que no deje marcas, y finalmente, una vez haya secado la quitaremos.

Sobre el cristal de una ventana o puerta, las hojas o las flores secas crearán un efecto precioso. La clave para obtener buenos resultados es seleccionar bien las piezas que vayamos a colocar, así como la disposición. La armonía y el buen gusto, así como una buena combinación de colores serán claves para que el resultado sea estiloso.

Devolverlo a su lugar

El uso comedido es uno de los principios básicos del comportamiento ecológico. Por lo tanto, no se trata de llenar la casa o el jardín de objetos recogidos de entornos naturales. El sentido común ha de primar para saber distinguir qué podemos coger sin atentar al medio ambiente. Y, una vez utilizado, si fuese conveniente habría que devolverlo al lugar en el que lo encontramos, por ejemplo en el caso de rocas o, si son elementos biodegradables, devolvámoslos a la tierra. Es decir, en lugar de tirarlos a la basura, hagamos compost o llevemos esas hojas, esas ramas o frutos al lugar donde los recogimos, para que la madre naturaleza siga su ciclo.

Bien elegidos y utilizados, haciendo brillar su lado más natural, los adornos naturales son un reto a la imaginación, que evita caer en el consumismo a la hora de decorar nuestro hogar. Además, es un modo de que la naturaleza esté presente dentro de tu casa, todo un manifiesto de tu deseo de ayudar a su conservación.