Los que ahora son niños heredarán el planeta y tendrán que cuidar de él. Una tarea cada vez más difícil, al paso que vamos. Así que más vale que se conciencien de la importancia de llevar una vida sostenible y ecológica cuanto antes. No tendrán más remedio.
El invento del que os hablamos hoy tiene ese objetivo. En concreto, trata de enseñar a los más pequeños (aunque, por qué no, también a los adultos) la importancia del ahorro energético. De una forma sencilla y visual, los niños aprenden que la electricidad no se debe malgastar. Y, de paso, se ahorra en la factura de la luz.
El dispositivo se llama Tio. El concepto es un interruptor de la luz que enseña a ahorrar energía. Con Tio, los niños serán conscientes de la energía que se necesita para iluminar su habitación. Visualmente tiene dos componentes: una cara y colores.
La cara se llama Energy y cambia de humor según la energía que se consume. Si las luces están encendidas por mucho tiempo, se va enfadando paulatinamente. Al mismo tiempo, el interruptor cambia de color como un semáforo. Del verde pasa al ámbar y, de éste, al rojo, avisando que se debe apagar la luz por el gasto innecesario que está suponiendo.
El interruptor está conectado a un ordenador que registra la evolución de la iluminación. Además, analiza el momento del día. Por ejemplo, si es de día y hay luz natural no es necesario encender la luz.
Protección de la naturaleza
Por fin, una aplicación web permite conocer los progresos del niño. Tio relaciona el uso de la iluminación con temas importantes para los niños, como los árboles, los animales o el medio ambiente local. De este modo se relaciona la energía con casos prácticos que se pueden aplicar en la vida del niño. El objetivo es que los más pequeños se impliquen, no sólo con el ahorro energético, sino también con la protección de la naturaleza.
Tio ganó un premio de ecología, el HSBC Sustainability Prize, en 2009. Ha sido presentado en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y en presentaciones de empresas como Vodafone.