Ahorrar agua y energía para calentarla es clave a la hora de conseguir una ducha más sostenible. Todo un reto para ahorrar el líquido elemento y electricidad, ya sea producida por fuentes de energía verdes o tradicionales.
En ambos casos, no despilfarrar energía es esencial, y e-Shower es el invento que intenta responder a esta demanda. ¿Pero, cómo lo hace? Los resultados son sorprendentes, con una eficiencia que con respecto a las duchas convencionales supone el 80 por ciento de ahorro en energía y una economía del 90 por ciento de agua, según sus creadores.
La empresa Hamwells, padres de la criatura, lo ha conseguido haciendo uso de un recurso tan conocido como poco utilizado: el reciclaje. Básicamente, reutilizan el agua una y otra vez, filtrándola e higienizándola con luz ultravioleta y finalmente mezclándola con agua limpia.
En concreto, la ducha ofrece hasta 15 litros de agua por minuto, pero en realidad sólo utiliza 1,5 litros. Gracias a la tecnología «Refresh Cycles» se consigue el pequeño-gran milagro. Es decir, se lleva a cabo ese reciclaje en 7 ocasiones.
Reciclarla al momento supone atrapar los residuos mediante filtrado y purificar el agua a través de rayos ultravioleta, cuyo poder de desinfección prácticamente logra la esterilización. Nada nuevo, en realidad, pues ambos métodos son muy utilizados para higienizar de agua en circuitos cerrados para su reciclaje o potabilización.
Su originalidad ha sido aplicarlo a la ducha para un uso inmediato, lo que no deja de tener mérito. Igualmente, se utiliza en spas y piscinas, junto con otros métodos de purificación que buscan alternativas al cloro, entre ellos la ozonización.
De este modo, conseguimos una ducha funcional, que satisface las necesidades de cantidad y calidad del agua, al tiempo que ahorramos en la factura de la electricidad gracias a su diseño eficiente a nivel energético.
Domótica y eficiencia
También podemos escuchar música y ver cuánto dinero estamos ahorrando a través de un panel de control que ofrece datos en tiempo real acerca del consumo que estamos haciendo. De este modo, se fomenta la concienciación ecológica, aunque también se cae en un detalle que quizá sea innecesario para un uso tan cotidiano como el de la ducha.
Y, cómo era de esperar, un diseño tan futurista no podía dejar de conectar al teléfono móvil con el ingenio. Se realiza a través de una aplicación, que también actúa como mando a distancia de la ducha. Un plus que no deja de ser un reclamo comercial en este mundo nuestro, colonizado por el Internet de las Cosas.
Un lujo ecológico
La posibilidad de instalar la ducha en casa es tan sencilla como disponer de alrededor de 3.000 euros y esperar al próximo verano, fecha en la que comenzará su comercialización. Un precio prohibitivo, sin duda, pero su innovadora tecnología podría dar paso a nuevas propuestas similares más económicas a medio plazo.
La compañía, por otra parte, está en negociaciones con algunos hoteles, con lo que no sería raro que pudieras probarla en el momento menos pensado. Si bien son caras, fácilmente resultarán rentables para un hotel, donde se hace un uso intensivo del aseo.
Recordemos la opción más asequible que suponía la ducha bautizada como Nebia. En su caso, el ahorro estimado de agua rondaba el 70 por ciento y el precio era de 400 dólares y la experiencia era como anuncia su nombre, más una nebulosa de agua que un chorro convencional.
O, por qué no, utilicemos el sentido común y limitémonos a una ducha de unos pocos minutos a una temperatura templada, buscando ese término medio virtuoso. Con ello bastará para un buen aseo personal que también cuide el medio ambiente.