El mañana nos puede deparar grandes alegrías a nivel tecnológico, sobre todo si nos gustan los electrodomésticos futuristas con una muy ligera huella de carbono.
Si además el invento se revela como una alternativa a uno de los electrodomésticos que resultan tan imprescindibles como grandes consumidores de energía, entonces el contento será aún mayor.
En efecto, se trata de la nevera, el electrodoméstico que, junto a la lavadora y secadora, más energía gastan de toda la casa. En su caso, sobre todo cuando la abrimos y cerramos con frecuencia, pudiendo llegar a representar un 10 por ciento del consumo total.
Bio Robot Refrigerator
La nevera que nos propone el diseñador ruso Yuriy Dimitriev tiene un nombre curioso. Es el Bio Robot Refrigerator, pero por muy extraño que resulte, lo realmente llamativo es su diseño.
Ver las imágenes da una primera idea de lo insólito del invento. Un ingenio que en nada se parece a la idea de nevera, pero que cumple la misma función.
Su forma es ligeramente curvada y su aspecto recuerda al de una puerta de nevera. Eso sí, el Bio Robot es bastante más pequeño que una nevera convencional, contando el motor.
Por lo tanto, puesto que se utiliza el 99 por ciento de superficie también requiere menos material de producción y su transporte también supone una menor huella de carbono.
En términos prácticos, su capacidad es relativamente aceptable y la posibilidad de colgarla de la pared, colocarla en el suelo o en el techo es otra de sus peculiaridades.
¿Dónde está el truco?
Todo muy práctico y hasta divertido. Las novedades son lo que tienen, pero lo verdaderamente importante está en la clave que permite su uso sin necesidad de utilizar energía.
¿Cuál es el secreto? No hay secretos, en realidad. No, al menos, en lo que respecta al material que logra enfriar los alimento de forma autosuficiente.
Para la refrigeración de alimentos utiliza un gel especial. Se trata de un biopolímero inodoro y no pegajoso. Es mediante la luminiscencia como consigue mantener la temperatura a una temperatura similar a la de un refrigerador doméstico.
¿Y cómo se sostienen los alimentos? Si carece de puertas o estantes, sujetar los alimentos es cuestión de introducirlos en el gel. Gracias a un efecto memoria, también sería sencillo extraerlos, explica el padre de la criatura.
Por ahora, el proyecto aún no se ha comercializado. Algunos no dudan también a cuestionar su viabilidad. Todavía podría llegar a ser una verdadera revolución en la industria de los electrodomésticos … Aunque todavía preguntamos cómo su lata de agua o pollo asado a cabo en el gel.
Cero energía
Dmitriev quedó entre los veinticinco finalistas Electrolux Design Lab de 2010 gracias a su revolucionaria idea, la de un frigorífico que prácticamente no consume energía.
Casi, en efecto. Únicamente lo hace para alimentar su cuadro de control. Es decir, nada tiene que ver con el mantenimiento de las bajas temperaturas de los alimentos, con lo que los alimentos se mantienen frescos sin necesidad de energía.
Su viabilidad es el talón de Aquiles del invento. Más allá de los aspectos básicos apuntados, Dimitriev no explica suficientes detalles sobre cómo trabaja este impresionante refrigerador.
Su concepto sí podría ser un gran avance a la hora de inspirar otros diseños para aportar nuevas soluciones que aplaquen la voracidad de las neveras. Una asignatura pendiente de la electrónica, sin duda.
O, al menos, que consigan rebajar los precios de los modelos más eficientes. Sea como fuere, como invento es impagable. Por diseño, por ocurrente y por apuesta verde, es una auténtica maravilla. ¿Para cuándo un invento así viable, asequible y sostenible a la vez?