¿Leche de vaca convencional, ecológica o de laboratorio?

Leche artificial
A la leche de vaca, ya sea convencional o ecológica, le ha salido un inesperado competidor que aspira a acabar con la costumbre que tenemos de obtenerla mediante ordeño. En lugar de producirla la vaquita, nos la da la biotecnología. En concreto, se trata de leche diseñada en laboratorio, aparentemente idéntica, creada a partir de plantas sintetizadas mediante procedimientos de bioingeniería.

¿Pero, qué tipo de leche es mejor, la convencional, la orgánica o ésta nueva opción artificial? Pronto podríamos vernos en la tesitura de elegir entre las tres, pues la leche de diseño se prevé comercializar en el verano del 2015 bajo el nombre de Muufri. Veamos, a continuación, un repaso de las características de estos tres tipos de leche.

Muufri, en efecto, está a punto de empezar a venderse como una alternativa a la leche de vaca que, según sus creadores, startup de biotecnología con sede en Silicon Valley, consigue una bebida láctea de mayor calidad incluso que la leche de vaca. Aseguran, incluso, que es superior a la leche de origen animal tanto en sabor como en propiedades nutricionales.

Sin ánimo de contradecirles, hay una serie de aspectos que deberíamos tener en cuenta, como por ejemplo el uso de una levadura genéticamente modificada, si bien se afirma que se han conseguido replicar las propiedades de sabor y textura. Y, aunque nos parezca pura química, no incluye una serie de elementos no menos químicos presentes en la leche convencional.

Leche convencional

Así es, en la leche tradicional los productos químicos no brillan por su ausencia. Aunque Muufri carga las tintas cuando afirma que su leche no trae los problemas asociados a la leche de vaca, además de su obvio interés de marketing, no puede negarse que no mienten cuando afirman que contiene componentes biológicos de la vaca de dudosa conveniencia, como pus, además de restos de plaguicidas, restos de medicamentos y hormonas, entre otros contaminantes.

Vacas lecheras
Los defensores de los derechos de los animales también encontrarán en este aspecto un argumento a favor. Por un lado, no cabe duda de que las granjas industriales suponen un maltrato de por vida para las vacas, pero por otra parte la procedencia sintética de la leche artificial es realmente difícil de introducir en un mercado ecológico.

De este modo, habida cuenta de que además muchos vegeterianos lo son por motivos de conciencia animal, tanto la leche ecológica y como artificial serían interesantes como alternativa a la convencional. Al compararlas, habría razones de peso en ambos sentidos: si bien la leche orgánica supone un cierto maltrato de los animales, es una leche obtenida de un modo más respetuoso con el medio ambiente y los animales. A su vez, los vegetarianos estrictos o veganos no toman ni productos de origen animal, por lo que la leche de laboratorio podría ser una opción interesante.

Leche ecológica

La leche ecológica constituye una opción que no ayuda a combatir el cambio climático, y lo mismo cabe decir de la leche convencional, pues ambas industrias contribuyen en la emisión de metano, un gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global en mayor medida incluso que el CO2. En este sentido, la leche artificial sería ventajosa.

Vacas descansando en un pradoA diferencia de la leche convencional, la orgánica no acumula esa mezcolanza de restos de pesticidas, hormonas, antibióticos y demás elementos, al tiempo que cuida del bienestar de las vacas, a las que además de estar al aire libre varias horas diarias, se las alimenta con cereales ecológicos. Sin embargo, se trata de un producto más costoso, y el precio siempre es un inconveniente a la hora introducirse en un mercado. En cualquiera de los tres casos, la mejor elección siempre será aquella que resulte de una decisión informada.

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