Luces LED flotantes crean universos mágicos

Cientos, miles de luces LED flotan en el aire de forma mágica, creando un universo único indescriptible. Un impactante montaje de ensueño creado por Squidsoup, en distintos colores, con 8.064 luces en cada una de las instalaciones que se han colgado del techo de la Galleri ROM, en Oslo, Noruega.

Las luces se encienden cuando las personas van atravesando la instalación, gracias a unos sensores que logran convertir el paseo en una experiencia única, que hace sentir al paseante como si avanzara encapsulado, rodeado de una luz que le envuelve.

Tanto si se recorre el espacio de un modo tranquilo como rápido, incluso corriendo, las luces reaccionan acompasándose al ritmo de quien o quienes lo recorren.

Sumergirse en otros mundos

Ver las imágenes de estas instalaciones nos traslada a un lugar distinto a todos los demás, que recuerda a los escenarios naturales de la película Avatar. También nos puede parecer que estamos en el fondo del mar, quizás en el espacio sideral. ¿O, qué tal imaginar que nos rodea una lluvia de estrellas o de pompas de jabón luminosas?

El inefable brillo que desprende la luz, controlado por el movimiento corporal, irradia de luces LED de distintos tamaños, conformando un espacio cuadrado que parece colgado del techo o directamente suspendido.

Su poderoso efecto logra que los viandantes se desubiquen su interior, donde las luces pueden cambiar de color a ritmos medios, frenéticos y también muy lentos, al ritmo de una música que también acompaña con sus muy variados sonidos y melodías.

En su creación han participado artistas y científicos de distintas disciplinas, con el objetivo común de crear un mundo evocador a través del sonido, la luz y el espacio, personalizado para cada visitante. Calma, tensión, incluso mareo, desorientación o todo lo contrario, el hallazgo de uno mismo en esta nube mágica.