La agricultura ecológica está en boca de todos. Hoy, más que nunca, se están multiplicando los esfuerzos que tienen como objetivo obtener una producción de alimentos basada en procesos y sustancias naturales, algo que es posible lograr tanto a nivel profesional como a nivel aficionado.
En este artículo vamos a compartir una serie de consejos que al aplicarlos nos permiten sumarnos a la agricultura ecológica que tanto beneficia a nuestro planeta. ¿Te apetece conocerlos?
Uso responsable de energía y recursos naturales
Una de las principales cuestiones que hay que abordar es la que tiene que ver con la energía y los recursos empleados en la agricultura. Para que podamos calificarla de ecológica, es evidente que hay que recurrir a fuentes de energía renovables como pueden ser la energía eólica o la solar. Además, hay que utilizarla cuando sea necesaria para hacer un buen uso de ella, lo mismo que se puede decir de los múltiples recursos que intervienen durante cualquier proceso relacionado con el mundo de la agricultura.
En ese sentido, hay que destacar la reutilización del agua a través de sistemas de recogida y almacenamiento de agua de lluvia en invernaderos (https://gardenway.es/invernaderos-de-plastico).
Mantenimiento de la biodiversidad
Hablar de agricultura ecológica debería ser hablar de mantenimiento de la biodiversidad. ¿Por qué? Pues por la sencilla razón de que evitamos la producción intensiva que tanto se ha extendido en las últimas décadas, y que sin duda alguna es uno de los principales responsables de una disminución de especies. La introducción de regadíos, el monocultivo, el uso reiterado de maquinaria pesada o el uso de fitosanitarios y de fertilizantes nitrogenados sintéticos son algunos de los causantes que se pretenden eliminar recurriendo a la agricultura ecológica.
Mejora la calidad del suelo
Otro de los beneficios que proporciona la agricultura ecológica tiene que ver con la calidad del suelo. Ésta mejora considerablemente, lo cual repercute de forma positiva a su estructura, a la fertilidad y a la presencia de microorganismos que son beneficiosos.
Promociona una alimentación saludable
No sólo el medio ambiente se beneficia de la agricultura ecológica, sino que las personas también obtienen su recompensa gracias a la producción de alimentos orgánicos con excelentes propiedades nutritivas. Además, se garantiza que exista una amplia variedad de productos agrícolas, permite que se pueda producir a un coste inferior y contribuye a la preservación de alimentos y semillas autóctonas.
Favorece a los productores agrícolas
Por último, y no por ello menos importante, merece la pena mencionar que la agricultura ecológica favorece a los productores por los bajos costes de inversión que implica, por estar basada en productos del entorno y por requerir del uso de menos recursos técnicos y humanos. Por otra parte, ayuda a generar empleo en zonas rurales, ya que no sólo es aplicable en huertos e invernaderos, sino que también se aplica en grandes extensiones.
Por todo lo expuesto anteriormente, es evidente que la agricultura ecológica destaca por ser un sistema de producción capaz de encontrar un equilibro entre el aprovechamiento de los recursos humanos y las necesidades de las personas, lo que se traduce la obtención de alimentos orgánicos y saludables.