Norilsk es una ciudad rusa que se puede considerar la más contaminada del mundo. Ni las grandes megalópolis latinoamericanas con un denso tráfico como México D.F. o Sao Paulo, ni las ciudades chinas, el país que más contamina del planeta, pueden compararse a la ciudad rusa.
En Norilsk viven más de 230.000 de personas. Es el núcleo urbano más grande en el norte de Siberia. Se encuentra al norte del Círculo Polar Ártico. Tiene un continuo permafrost. La culpa de la contaminación no es de los coches que queman combustibles fósiles, sino de la incesante actividad minera, fundamentalmente, de níquel.
La empresa MMC Norilsk Nickel opera en la zona y genera empleo para los habitantes de Norilsk. Pero a costa de su salud, claro. Algunos datos son escalofriantes: Norilsk no tiene un sólo árbol vivo en un radio de 48 kilómetros debido a la lluvia ácida. Se calcula que el 1% de las emisiones de dióxido de sulfuro de todo el planeta provienen de esta ciudad.
Quizá sea la peor ciudad para vivir en el mundo si nos atenemos a criterios medioambientales. Los yacimientos de cobre y níquel y su explotación indiscriminada han contaminado la región hasta límites insospechados, poniendo en peligro la salud de sus habitantes. La nieve, cuando cae, es de un color oscuro que se aproxima al negro. El aire huele a azufre porque está contaminado por partículas de metales pesados como el níquel, el cobre, el cobalto, el plomo o el selenio. Para completar esta aterradora mezcla química, hay óxidos de carbono y nitrógeno, fenoles y sulfuro de hidrógeno.
Una esperanza de vida de 46 años
La mortalidad infantil de Norilsk es la más alta de Rusia: casi un 16% de las muertes de niños de dicho país se producen allí. La esperanza de vida es de 46 años. Hay planes para disminuir radicalmente la emisión de azufre a la atmósfera, pero cuenta con varias dificultades.
La mayor parte del año, la ciudad está aislada del resto de Rusia y no se pueden transportar los productos derivados del azufre. Se ha creado una nueva tecnología para obtener azufre elemental, que se quiere introducir en 2019 en dos fábricas, lo que costará mucho dinero. Pero la salud de las personas lo merece.
Excelente información