La forma de jugar en los niños ha ido cambiando a lo largo de los años. Uno de los cambios más significativos ha sido la introducción de juegos que se juegan a través del ordenador o de otros dispositivos móviles como tabletas o smartphones. Sin embargo, esta exposición a las pantallas, con independencia de que sea ordenador u otros, tiene consecuencias sobre la salud de los niños. Un estudio demuestra que pasar más horas al frente de estas pantallas aumenta la cantidad de comida basura que ingieren. Esta investigación es la primera que pone en relación el uso recreativo de las pantallas con el consumo de alimentos poco saludables en los niños españoles.
El estudio
El estudio, que se ha publicado recientemente en la revista Healthcare, ha sido realizado por la doctoranda Àurea Cartanya-Hueso y el doctor Adrián González Marrón. Una de las principales conclusiones es que pasar más de una hora frente a la pantalla en el tiempo de ocio aumenta la ingesta de comida basura, como dulces y snacks, en los niños de edades comprendidas entre uno y 14 años en comparación con el resto de menores que pasa menos tiempo frente a las pantallas.
Este resultado aporta así la evidencia a hipótesis que se venían manteniendo sobre que se adquirían peores hábitos de alimentación infantil cuanto más tiempo se pasaba delante de las pantallas. Y la prueba es clara porque el porcentaje de ingesta de comida basura entre los niños que hacen deporte varios días por semana es menor.
La ingesta de este tipo de comida no se produce en todas las franjas de edad por igual. Por ejemplo, el 63,9% de los menores de entre 12 y 14 años de edad pasa, al menos, dos horas al día frente a las pantallas con fines recreativos. Este grupo es el que más bebidas azucaradas y comida rápida consume.
Otros efectos
Pasar más tiempo frente a las pantallas podría tener también otras consecuencias en los menores de edad. El estudio también alerta de que se puede generar cierta ansiedad en la población infantil. Esto a su vez redunda en un mayor consumo de comida basura.
Además, los jóvenes que están más tiempo delante de las pantallas en su tiempo de ocio también están más expuestos a la publicidad de este tipo de productos, lo que es otro factor que explicaría el mayor consumo en este colectivo.
La mayor exposición a las pantallas igualmente se relaciona con más obesidad infantil, menos horas de sueño y mayor riesgo de problemas emocionales y de comportamiento.
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