Utilizar las plantas de interior para limpiar el ambiente de nuestro hogar es una estupenda alternativa al uso de equipos electrónicos purificadores. Lógicamente, pueden usarse de forma conjunta, pero si el problema no es grave las plantas pueden ser ser una solución suficiente.
Como es bien sabido, las plantas purifican el aire oxigenándolo. Durante el día realizan la fotosíntesis, con lo que absorben dióxido de carbono (CO2) y emiten oxígeno, mientras que por la noche hacen lo contrario.
Afortunadamente, el balance de emisiones de oxígeno y CO2 es a favor del primero. De este modo, el resultado es favorable para mejorar el hábitat de cualquier estancia de la casa.
Además de oxigenar y humidificar la atmósfera, reducen la polución. Unas más que otras y de forma distinta, por lo que es importante saber elegirlas en función de las distintas circunstancias.
¿Y, cómo lo hacen? Transforman los tóxicos con forma de partículas microscópicas que flotan en el aire en materia orgánica. Lo consigue a través de una descomposición metabólica, es decir, les sirve de alimento.
Gracias a su absorción, nosotros disfrutamos de un entorno salubre, libre de partículas en suspensión perjudiciales para la salud de toda la familia, incluyendo nuestras mascotas. A propósito de ello, evitemos las plantas que puedan resultar tóxicas o venenosas para ellas.
¿Qué plantas elegir?
¿Pero, qué plantas son las más adecuadas? En efecto, no todas las especies vegetales descontaminan con la misma eficacia. Incluso podemos elegir unas u otras especies para las distintas estancias del hogar por su eficacia a la hora de purificar unos u otros compuestos tóxicos.
En la cocina, por ejemplo, nos interesa una planta capaz de absorber con eficacia compuestos como el formaldehído, un químico corrosivo y alérgeno presente en el aire procedente de muebles de madera prensada, típicos de cocina, limpiadores y otros muchos productos de consumo.
El Phoenix Roebelenii o palmera enana, la Rhapis o palmerita china y el Anturio o Anthurium andraeanum son buenas opciones. El ficus también es ideal para la cocina o el salón comedor por su eficacia a la hora de neutralizar éste y otros químicos.
En el cuarto de baño las azaleas son un elección redonda. Por un lado, son realmente bonitas y coloridas, con lo que decoran mucho, al tiempo que son especialmente eficaces contra el amoniaco y otros productos químicos usados en la composición de los detergentes.
En las habitaciones, por otra parte, la drácena o la hiedra (hedera helix) encajarían perfectas. Su gran poder de absorción de sustancias químicas que desprenden moquetas, muebles barnizados o de aglomerado, plásticos, cortinas o alfombras, pongamos por caso.
En el caso de la hiedra resulta un tanto complicado encontrarle un lugar. Aunque, sin ir más lejos, un mini jardín vertical podría ser una buena solución para cultivar más cantidad que en una simple maceta y así poder disfrutar de sus efectos purificadores.
El Chlorophytum o cinta, planta originaria de África meridional, es muy efectiva absorbiendo el monóxido de carbono o el formaldehído, entre otros contaminantes.
Se trata de una de las plantas más descontaminantes y suele usarse para combatir alergias. Su uso es adecuada en cualquier parte de la casa. Y, por supuesto, reducir la emisión de estos contaminantes es la mejor opción.
Cuanto menos trabajo demos a las plantas mejores resultados obtendremos. En este punto, los productos ecológicos, de composición orgánica o libre de químicos es la idónea. Optar por ello significa salud y un mayor confort y bienestar en nuestro hogar.
Para obtener resultados óptimos hemos de contar con numerosas plantas. No se trata de convertir la casa en un vivero, pero tampoco servirá de mucho tener una o dos plantitas en cada habitación. Por último, distribuirlas también es esencial.