¿Por qué preferir una casa ecológica?

Casa ecologica
¿Por qué preferir una casa ecológica? A la hora de elegir cómo va a ser nuestro hogar, cómo construirla, dónde y con qué materiales hemos de decidir si vamos a optar por un enfoque convencional o, por el contrario, por una casa más saludable y respetuosa con el entorno.

Responder a la pregunta requiere entender primero por qué la decisión es realmente importante tanto para contribuir a un planeta más verde como para cuidar nuestra salud.

La vivienda convencional

Por un lado, es un hecho que la construcción de viviendas y de inmuebles en general es una de las principales fuentes de contaminación ambiental, al tiempo que supone una destrucción de ecosistemas.

El tipo de materiales y su transporte, por lo general con una huella de carbono importante, constituyen un problema ambiental capital en todo el mundo. No solo aceleran el cambio climático con el aumento de gases de efecto invernadero, sino que además diezman recursos no renovables, además de polucionar la atmósfera y provocar problemas de salud pública. O, pongamos por caso, suponer un deplorable impacto visual a nivel paisajístico.

A su vez, el uso cotidiano de la vivienda se convierte en otro problema ambiental, en especial por la falta de eficiencia energética o la ausencia de sistemas de recolección de lluvia o compostaje, pongamos por caso.

La vivienda ecológica

Por contra, la vivienda ecológica busca la eficiencia energética. El enfoque bioclimático, sistemas de reciclaje de aguas grises o energías verdes que pueden ir desde los paneles solares a la turbina eólica o la mini hidráulica. O, en función de las posibilidades que brinde el lugar, incluso la geotérmica.

Casa eco
No olvidemos que las casas son grandes consumidoras de energía. Y lo son desde que se construyen, pues ya la extracción de materias primas, producción y transporte de materiales representa un fuerte impacto.

Después, lógicamente, se precisa energía a diario para el uso de electrodomésticos, iluminación, agua caliente, calefacción, aire acondicionado, etc. Por lo tanto, una casa que consume menos será una casa más verde, que además implicará menos gastos de mantenimiento.

Eso sí, por lo genreal las casas ecológicas son más caras, pero no siempre ha de ser así y si se cuenta con un presupuesto adaptable a una u otra tipología apostar por el verde significa ahorrar a largo plazo.

Igualmente, significa invertir en salud. Por ejemplo, una casa bioclimática estará mejor ventilada, con lo que la polución de ambientes interiores será menor. A ello hay que añadir el uso de materiales de construcción no tóxicos, como plásticos, pinturas o barnices.

O, sin ir más lejos, se usará menos el aire acondicionado y, puesto que también aprovechará el calor natural y logrará un mayor confort, también se evitará la calefacción. Con la ventaja de que se ahorrará energía, y además ésta será verde.

Pensando en todo, puesto que los materiales de construcción verdes además de saludables deben ser proveedores cercanos, también estamos impulsando la economía local. No solo contribuimos en el cuidado del planeta, sino que además estamos fomentando una economía sostenible.

El uso de materiales reciclados, biodegradables y, en suma, menos perjudiciales para el medio ambiente se traduce en una menor cantidad de desechos. Será otro punto a favor que comenzará desde la misma construcción de la vivienda hasta mucho después.

Es más, casi puede afirmarse que si seguimos con la misma mentalidad verde las reformas y reparaciones que surjan seguirán siendo en clave ecológica. O, lo que es lo mismo, minimizaremos los desechos de forma regular.

Y, por último, la satisfacción y bienestar personales que se derivan de vivir en una casa confortable y respetuosa con el entorno, con elementos que nos acercan a la Naturaleza. A nivel paisajístico y en lo que concierne al impacto ambiental. Una gozada, sin duda.

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