Productos de limpieza que contaminan el aire interior


No es una novedad que el aire interior de nuestros hogares suele estar bastante más contaminado que el exterior. Entre otras razones, a consecuencia del uso de los productos de limpieza convencionales, básicamente por su composición de base química. ¿Pero, hasta qué punto hemos de alertarnos al respecto?

Un estudio difundido esta semana por la revista francesa «60 millions de consommateurs» no permite bajar la guardia, desde luego. Sus conclusiones son alarmantes a la hora de advertir contra el uso de 46 productos de limpieza que se utilizan de forma habitual en los hogares.

Tras la limpieza, más polución

A diferencia de lo que prometen sus etiquetas y publicidad, según este informe hacen justo lo contrario. Es decir, lejos de mejorar la salubridad de nuestro entorno y absorber los malos olores, entre otros supuestos beneficios, se les considera la principal fuente de polución en las casas.

La mayoría de los 46 productos señalados contiene compuestos orgánicos volátiles, incluyendo limoneno, irritantes y alergénicos. En lugar de limpiar la casa, multiplican la contaminación interior por diez.

La lejía La Croix, desodorantes de la marca Fébrèze o productos Sanytol son algunos de los productos incluidos en la lista negra en su número de abril mayo 2017. En total, se rechazan diez aerosoles desinfectantes, una docena de productos absorbeolores, doce anticáaros y otros doce desinfectantes.

Productos que, según el trabajo de la asociación de consumidores, deben «eliminarse», para así evitar sus efectos «alergénicos, irritantes o tóxicas», concluyen. Son formulaciones que se consideran «tóxicos invisibles», impidiendo el mantenimiento del hogar de forma natural.

Asimismo, se advierte del peligro que suponen algunos ingredientes que se encuentran en los productos antiácaros para las mascotas, pudiendo llegar a comprometer su vida.

¿Qué alternativa proponen? Junto a los productos limpiadores de la lista se adjunta un especial sobre consejos de limpieza más ecológicos. No son inocuos, qué duda cabe, pero productos naturales como el bicarbonato de sodio, el vinagre blanco, los cítricos o jabones negros y de Marsella, la arcilla se consideran una alternativa saludable.

Por otra parte, se advierte del peligro que suponen los falsos productos verdes. Alertan, por ejemplo, del uso de productos naturales que en realidad son pesticidas, como ocurre con productos acaricidas.

Los consumidores desconocen que «son en realidad» pesticidas agrícolas prohibidos. El hecho de que puedan tener un origen natural no garantiza que puedan utilizarse sin precauciones. Muy al contrario, resultan «peligrosos» incluso en dosis muy bajas, concluyen.

Una advertencia que ha sido criticada por el sector industrial de los productos de higiene, afirmando que son formulaciones seguras, ya que se someten a una exigente normativa. Igualmente, subrayan que las dosis de estos productos potencialmente tóxicos son mucho más pequeñas cuando se incluyen en productos destinados al uso doméstico.


Cierto o no, lo cierto es que del mismo modo que los productos ecológicos pueden resultar tóxicos y provocar alergias, aquellos que no lo son también entrañan un riesgo y por lo tanto estar informados es la única manera de hacer un uso responsable.

Tanto unos como otros, por lo tanto, exigen información para un correcto uso y por lo general ésta no siempre llega al consumidor. Por último, la mejor manera de conseguir un hogar saludable no es otra que sumar aciertos. Es decir, sobre todo se hace necesario someter a los productos de higiene a un examen realmente estricto, realizando análisis previos a su comercialización que decidan si ésta es recomendable.

Dentro de esta normativa exigente, por último, debe incluirse un etiquetado completo, que nos ayude a realizar una aplicación adecuada, pues solo así se puede minimizar su toxicidad y efectos secundarios. En definitiva, aún queda mucho camino por recorrer.

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