Los automóviles híbridos son un medio de locomoción eco-amigable, si bien frente a los coches eléctricos no lo son tanto, pues no acaban de ser totalmente independientes de los combustibles fósiles.
Comparado con el coche convencional, sin embargo, el híbrido es una opción mucho más verde, ya que supone un buen ahorro en combustible, que puede rondar el 70 por ciento. Lo consigue gracias a sus dos motores, uno de combustible o motor de combustión interna y otro eléctrico, que se alternan o complementan para lograr la máxima eficiencia.
Normalmente, en los coches híbridos diseñados en paralelo el motor eléctrico se usa para arrancar y circular a velocidades bajas, y se sustituirá por el motor convencional a partir de una cierta velocidad. Es decir, a partir de una determinada velocidad o en función de la situación el eléctrico se apaga y se enciende el otro.
El motor eléctrico se carga con las frenadas del vehículo, pues está conectado a las ruedas, y también, lógicamente, con un suministro de electricidad a través de un enchufe normal.
Tipos de automóviles híbridos
Además de los coches híbridos que disponen de motores diseñados en paralelo, también podemos encontrar coches híbridos en serie, en los que el motor de combustión interna apoya al eléctrico de otro modo, en este caso accionando un generador que le suministra electricidad a un motor eléctrico.
Por lo tanto, no se alterna el uso de uno u otro motor, pero se obtienen más prestaciones y autonomía. Es la potencia del motor eléctrico es la que impulsa al coche, si bien éste utiliza la energía eléctrica de las baterías y de un generador que acciona un motor tradicional.
Además de los híbridos en serie y en paralelo, el híbrido combinado se refiere a una combinación de los dos tipos anteriores motores que requiere una construcción más compleja, algo así como un híbrido en serie con conexión mecánica a las ruedas.
¿Diésel o gasolina?
Los motores de combustión de los coches eléctricos funcionan bien con carburante diésel o gasolina. Por lo tanto, los híbridos funcionan con los combustibles que encontramos en cualquier gasolinera, pero a diferencia del resto, el consumo será mínimo.
A la hora de valorar su nivel de contaminación, si bien los coches híbridos suponen una menor emisión de gases contaminantes a la atmósfera, en función del tipo de combustible contaminarán en distinta medida.
¿Diésel o gasolina?
Las ventajas de los coches híbridos son relativas, en función del segundo término de la comparación. Si los comparamos con los coches convencionales, es claro que suponen una opción más verde que ahorra CO2 y dinero gracias a un menor consumo de carburante y a una importante reducción de las emisiones.
Frente a los coches eléctricos, aunque sea más contaminante, siguen contando con una potencia mayor, con lo que se logra una mayor eficiencia de uso. Además, se está avanzando en el logro de una creciente autonomía del motor eléctrico con respecto al de combustión interna, pudiendo llegar a circular alrededor hasta 250 km sin necesidad de apoyo.
Aunque no son la solución, sí son una solución, al menos mientras se perfeccionan otras tecnologías, como la eléctrica y otras innovaciones en movilidad sostenible, ya que puede hacer una gran diferencia en ahorro de combustible y en reducción de la contaminación ambiental.
La eficiencia, en suma, será la palabra clave que probablemente mejor resuma la gran ventaja del vehículo híbrido. Su diseño se orienta precisamente a ello, a sacar el máximo partido de cada gota de combustible gracias a una durabilidad igual o superior a la del coche convencional y al gran apoyo que supone el motor eléctrico y las correspondientes baterías.