Emeco es una empresa de Estados Unidos que fabrica sillas de diseño desde 1944. Pero, en los últimos años, trata de avanzar en su política de sostenibilidad. En 2010, la empresa presentó en la Feria Internacional del Mueble de Milán una línea de sillas llamada «111 Navy Chair». El diseño está basado en un modelo clásico que la empresa diseñó y fabricó para la Marina de los Estados Unidos al comenzar su negocio, en ese año 1944, las «Emeco Navy Chair», cuando se producía la Segunda Guerra Mundial.
Pero hay una enorme diferencia entre las sillas fabricadas en plena guerra, que estaban hechas con aluminio, y las de ahora, las del siglo XXI, fabricadas con un material verde: plástico PET reciclado procedente de botellas de plástico de una marca de refrescos.
¿Y a qué se debe ese cambio de nombre en el modelo de la silla? Resulta que, con 111 botellas de plástico recuperadas y reutilizadas, Emeco puede fabricar el 60% de una de las sillas. El resto de materiales que se usan son la fibra de vidrio, que le añade resistencia, o diferentes pigmentos.
Según datos de la propia empresa estadounidense, se reciclaron más de tres millones de botellas de plástico de bebidas para la producción de esta línea «111 Navy Chair». El modelo estará disponible en seis colores: rojo, naranja, verde, blanco, gris carbón y gris grafito.
La 111 Navy Chair quiere fomentar un cambio en el comportamiento de las personas hacia una cultura del reciclaje, la reutilización y, en definitiva, la sostenibilidad. El precio de esta silla ecológica se acerca a los 150 euros. Quizá parezca un poco cara, pero hay que tener en cuenta que la original, la Emeco Navy Chair, fabricada casi a mano y en aluminio, cuesta más de 400 euros. El nuevo modelo, por tanto, no es sólo más sostenible, sino también más barato.