Tienda de campaña solar


Sin intención de defender al estamento militar, y aún menos las guerras, hay un hecho indiscutible: muchos de los inventos de los que ahora disfrutamos todos, comenzaron siendo un proyecto militar. Internet, sin ir más lejos, comenzó siendo un proyecto del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Muchos de las innovaciones en cámaras, ópticas y otras tecnologías audiovisuales, también provienen del ámbito militar.

Y las energías renovables no son una excepción. Un ejército, cuando se traslada para un combate o para una guerra, necesita una infraestructura lo más autosuficiente posible. Y, en este sentido, las energías renovables desempeñan un papel fundamental. No siempre es posible llevar un generador de electricidad a cuestas. Sin contar con la carga que supone. Hay que encontrar un modo de producir energía en cualquier lugar y que suponga poco peso, para que se pueda transportar fácilmente. La energía solar es la solución.

El Ejército de Estados Unidos está desarrollando unas tiendas de campaña transportables que incluyen paneles solares. De este modo, se proporciona electricidad para la equipación de los soldados, una equipación que, por otra parte, cada vez es más tecnológica (Estados Unidos quiere equipar con un teléfono inteligente a cada soldado, empieza a ser más importante estar comunicado que estar armado) y, por tanto, necesita recargarse cada cierto tiempo.

Las nuevas tiendas de campaña del ejército estadounidense son flexibles, ligeras, proporcionan energía con los paneles fotovoltaicos y, por supuesto, ofrecen sombra y cobijo. De este modo, las baterías de los dispositivos de comunicación, las gafas de visión nocturna o los ordenadores siempre tendrán una fuente de energía con la que funcionar.

Se ahorran así el peso que supone llevar un generador eléctrico y, sobre todo, el combustible necesario para que funcione. Y, por qué no decirlo, también se mitiga, aunque sea a una muy pequeña escala, el cambio climático. Han llamado al modelo Temper Fly y es capaz de generar 800 vatios de electricidad. Hay una versión más pequeña que genera unos 200 vatios.

De momento, será de uso militar. Pero, como ya ha ocurrido otras veces, el invento seguro que pasará, con el tiempo, a la sociedad civil.

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