Los productos de consumo, aquellos destinados a ser utilizados y adquiridos por los consumidores, pueden darnos gratas sorpresas. Sin necesidad de ser artículos ecológicos en sentido estricto, es decir, no son orgánicos ni forman parte de un producto sostenible, pero sí pueden considerarse una especie de simpático guiño eco-amigable.
No hacen una gran diferencia, incluso pueden considerarse simple anécdota y, poniéndonos serios, en la mayoría de los casos es una manera de intentar reducir de una forma irrisoria el daño ecológico que está suponiendo la actividad principal y, por lo tanto, también el consumo de determinados productos. Así pues, la transformación no existe.
Un daño fuera de toda duda, que las organizaciones conservacionistas no dejan de subrayar. Saben que están en el punto de mira de las ONGs ambientales, tanto en lo que respecta a la huella del transporte como, por ejemplo, a contaminación en su fabricación y explotación de recursos naturales, y estas actuaciones no dejan de ser un intento de reconciliarse con ellas… ¡Vano intento, las más de las veces!
En este post vamos a repasar tres curiosas iniciativas que demuestran lo mucho que puede hacerse en favor del planeta con un poco de voluntad y un mucho de imaginación. La historia va de tubos de rollos de papel higiénico, del relleno de los cojines de Ikea con papel reciclado y de la inclusión de derivados de la caña de azúcar para hacer más verdes las botellas PET.
El relleno eco de los cojines de Ikea
Una innovación creativa como pocas es la que ha presentado Ikea, la celebérrima multinacional sueca, siempre intentando ganar puntos verdes de cara a la galería, mientras tala árboles sin descanso para llenar sus tiendas y nuestras casas de muebles y accesorios del hogar de temporada, a precios irresistibles.
Llenar unos cojines diseñados por el diseñador belga Charles Kaisin con papel triturado procedente de los catálogos viejos de Ikea es un modo de reciclaje la mar de ocurrente. Por lo pronto, solo se venderán en Ikeas belgas.
Un plástico vegetal, solo en parte
Algunas marcas de agua envasada y de otro tipo de bebidas han aligerado el material de sus botellas de tipo PET para así reducir la cantidad de desechos. Se trata, en sí, de una medida ecológica, por aquello de reducir, una de las tres erres de la ecología (reducir, reutilizar y reciclar).
Dando un paso más allá, algunas envasadoras además han modificado la composición de las botellas. Al tiempo que son más ligeras, un porcentaje de la materia prima es procedente de los desechos de la caña de azúcar.
Tubos de papel higiénico biodegradables
Algunos fabricantes de papel higiénico dieron en su día un paso de gigante utilizando únicamente celulosa procedente de bosques certificados. En esta ocasión resaltamos una iniciativa no tan espectacular, pero no por ello menos interesante: la incorporación de tubos biodegradables.
Son tubos de papel higiénico que pueden echarse al váter y tirar de la cadena tranquilamente, así como compostarse o echarse a la basura, según se prefiera. Tanto el cartón como la tinta utilizada son biodegradables, es decir, de fácil descomposición y no contaminantes cuando entran en contacto con el entorno. Su fabricación, sin embargo, sí lo es.
Ahora que hemos hecho un somero repaso de estas tres iniciativas, cabe preguntarse: ¿Son innovaciones que hacen la diferencia o simple marketing? En un océano de contaminación poco hace una gota de ecología, pero no por ello hemos de dejar de valorar la aportación ecológica que supone.
Si este tipo de iniciativas tiene éxito, más allá de una publicidad o estrategia de marketing acabará siendo un camino a seguir, y no una excepción, como lamentablemente es ahora. En ello tiene mucho que decir el consumidor. El consumidor responsable, también en lo ambiental, exigirá medidas que no sean superficiales y que, en todo caso, supongan un cambio cualitativo integral, que vaya más allá de la simple anécdota.
Esta muy interesante y ademas muy útil porque nos enseña que las grandes empresas son importantes para el consumo humano, estos productos innovadores eco-amigables nos enseña a cuidar la naturaleza que esta muy contaminada. Son productos que son sanos saludables ademas de ser muy rentables.