Un bar sirve agua de lluvia embotellada


No es una licorería, si bien en este bar se pueden beber esencias de un tipo muy distinto, pero al fin y al cabo esencias. Las destilan las nubes, y su zumo es la materia prima que sirven en este increíble establecimiento mexicano que abre la puerta a un concepto de local hostelero rabiosamente innovador.

Sí, si has pensado que en él se sirve el agua de lluvia (algo fácil porque, entre otras cosas, el titular lo grita) puedes cantar bingo, porque en esta Casa del Agua se sirve en botellas de vidrio reciclables, diseñadas especialmente para este insólito uso.

Este curioso lugar se encuentra en la capital mexicana y los diseñadores del local fueron Héctor Esrawe e Ignacio Cadena, cuyo intento de crear un espacio que transmitiera una sensación de transparencia y atemporalidad no deja de ser todo un logro.

¿Pero, y el agua, qué agua podemos beber allí? El agua embotellada es de origen pluvial, como ya hemos dicho, si bien no se trata de cualquier agua de lluvia, pues se la somete a un triple proceso de filtración, evaporación y condensación.


El objetivo de esta concienzuda manipulación es claro: lograr un agua lo más pura posible, no sólo por su aspecto sino sobre todo en lo que a seguridad alimentaria se refiere, ya que ha de ser ingerida y no sólo ha de provocar buenas sensaciones, sino también estar libre de unas contaminaciones más que posibles.

La pureza del agua se logra, de este modo, con este complejo proceso, tras el cual el agua vuelve a materializarse, cobrando un aspecto de agua que finalmente es ionizada, con lo que se purifica aún más e incluso se le aumenta el índice alcalino y sus propiedades antioxidantes. Una maravilla de idea que, sin duda, sacia la sed en muchos sentidos.

2 comentarios

  1. Habría que ver lo que cobran los amigos por el agua, no creo que sea barata precisamente. No sé, a mi estas cosas me parecen como el plato ese que tiene Ferrán Adriá que es comerse una bombita de humo…una chorrada. No deja de ser cursioso y tendrá sus adeptos desde luego.

  2. Sí, como concepto es interesante, a mi modo de ver, pero quizás no lo sea tanto en cuanto a producto en sí. El precio de la botella de 600ml de agua cuesta 30 pesos (2 dólares), luego son 10 pesos por rellenarla. No lo veo caro, tampoco. Un saludo

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