Una ballena de mentira para concienciar a los veraneantes de las playas


Ver una ballena varada en la playa es una visión triste y terrible. Un enorme animal que ha quedado atrapado y agoniza puede concienciar acerca de la necesidad de respetar y cuidar la naturaleza a la persona más insensible. Ese sentimiento es el que trata de provocar una ballena falsa pero de un realismo increíble.

La mayoría de las personas no ha visto una ballena varada en su vida. Aunque no siempre es el ser humano el responsable de que el enorme mamífero marino llegue a esa situación, al contemplar el espectáculo aparece un sentimiento de culpa. La contaminación, el plástico en los océanos y los sonar de los barcos pueden perjudicar de uno u otro modo a las ballenas.

Así, que el colectivo artístico Captain Boomer, de Bélgica, ha decidido crear una enorme ballena fabricada con plexiglás. La falsa ballena tiene 17 metros de longitud y se ha colocado en la orilla del río Támesis, en el barrio londinense de Greenwich, donde se celebra el Festival de Arte Internacional de Greenwich y Docklands. Un grupo de científicos, también falsos, acompañaron al animal para hacer que todo pareciera de verdad.

Las comunidades locales colaboran

De acuerdo con los artistas, hay un mecanismo psicológico que no deja indiferente a nadie cuando ve animales marinos de gran tamaño muertos. Se despierta la conciencia y la comunidad local se moviliza para tratar de salvar al animal. Cuando se produce un varamiento, la gente acude al lugar e interacciona, se relaciona, aunque sólo sea para comentar lo ocurrido o pensar qué se puede hacer para salvar al animal. Hablan, se preguntan por qué ha pasado y ofrecen su ayuda. Se informan. En definitiva, toman conciencia del problema.


En cualquier caso, para los quieren información real. Miembros de la British Divers Marine Association (asociación de buzos británica) acompañan a la ballena falsa para responder las dudas que surgen a los espectadores sobre lo que ocurre con las ballenas en los casos reales.

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