¿Quién no ha soñado alguna vez con poder disfrutar de un pequeño vivero de plantas en su apartamento? Un macetero de unos pocos metros donde cultivar algunas lechugas o, si se prefiere, plantas ornamentales. Aunque, en muchos pisos, existe el problema del poco espacio disponible, además de la falta de luz.
Los japoneses, quizá más acostumbrados a la falta de espacio, agudizan el ingenio para solucionar esta dificultad sin tener que renunciar a sus gustos y aficiones. Ayudándose de la innovadora y ecológica tecnología de iluminación LED, están desarrollando, en el país asiático, un método que permita cultivar plantas en un vivero artificial y lo suficientemente pequeño para ponerlo en cualquier apartamento.
La idea está siendo desarrollada por la compañía japonesa Riken Dengu Seizou Co. Ltd. Se trata de una pequeña instalación para plantar, germinar y hacer crecer plantas en el interior. La novedad estriba en que incluye iluminación LED para proporcionar la luz necesaria para que las plantas crezcan a buen ritmo.
El original invento se presentó en la III Exposición de Iluminación LED/OLED que se celebró en Tokio, Japón, un evento donde se muestras los últimos avances tecnológicos que se desarrollan usando este tipo de iluminación ecológica. Fabricantes de todo el mundo, aunque, principalmente de países asiáticos como Japón, Taiwán, Corea y China, se dan cita en esta exposición.
Con este pequeño vivero se pretende que cualquier persona pueda disfrutar de un pequeño huerto en casa, con lo que podrá disponer de verduras y hortalizas más sanas y frescas. O, si se prefiere, plantas ornamentales que luzcan bonitas flores. En casi cualquier oficina u hogar se puede ubicar este minivivero, ya que tiene menos de un metro de largo.
Las ventajas de la iluminación LED son dos: es una fuente de iluminación que no dañan las hojas de las verduras y consigue, por tanto, que se conserven bien verdes; y, además, la planta crecerá más y estará más sana. En principio, lo que aún es un prototipo, saldrá al mercado con un valor de unos 50.000 Yenes (unos 443 euros).