Eco Slumber es uno de esos objetos cotidianos que tienen una sorprendente historia detrás. Y no, no me refiero a nada extraño o escondido. Todo lo contrario, tal y como grita el título, lo curioso es la materia prima con la que se han fabricado estas mullidas camas para mascota: plástico PET reciclado procedente de botellas desechadas.
Sus distintos modelos se fabrican en un 85 por ciento con fibras IntelliLoft, nombre dado el tejido que se obtiene, por otra no tóxico, suave y, por supuesto, respetuoso con el entorno. No en vano, estas alegres camas de estilo retro ayudan a reducir el plástico de los vertederos y el uso de energía al mismo tiempo.
En concreto, IntelliLoft precisa ocho veces menos energía que la producción de tejidos a partir de fibras vírgenes, apuntan sus creadores, la innovadora firma West Paw Design de Montana, en Estados Unidos.
No tóxico
Su composición puede despertar recelos por aquello de lo artificial que es un plástico. Una lógica desconfianza que West Paw Design intenta desmontar con la certificación textil Öko-Tex, que garantiza inocuidad de la cama. Es decir, todas las partes de esta cama han pasado rigurosos controles de más de 100 sustancias potencialmente nocivas, por lo que se la considera totalmente segura.
Por lo demás, su precio es elevado, si bien puede considerarse medio en el contexto estadounidense, por lo que es una opción para quienes deseen adquirir productos respetuosos con el medio ambiente. Su mejor característica, sin duda, es servir de inspiración para similares proyectos. Otra cosa será cómo la acepten las mascotas, si apreciarán esa inocuidad. Al fin y al cabo son ellos los que tienen la última palabra, si bien tengo mis dudas sobre si esta cama es o no natural…
me interesa conocer el precio de las camas para mascotas