Catamarán ecológico para recorrer los polos


Sería una contradicción ir a los polos a estudiar el calentamiento global y emitir gases contaminantes al mismo tiempo. Así que el explorador español Ramón Larramenhdi decidió inventar un vehículo para acabar con este problema. Se trata de un catamarán polar, es decir, mitad barco, mitad trineo, que navega por el hielo gracias a la energía eólica.

El catamarán ecológico es capaz de transportar varios kilos de peso y resulta de gran utilidad para los científicos que llevan a cabo estudios en la Antártida. El vehículo se ha presentado en el Centro Nacional de Biotecnología, en Madrid. Es una forma de reducir el impacto medioambiental que suponen las expediciones científicas.

Larramendi ha recorrido ya más de 14.000 kilómetros en ambos polos a bordo del su trineo eólico. La idea surgió en el Ártico, pero será más efectivo en el otro polo, ya que en la Antártica sopla con más fuerza el viento y hay grandes planicies.

Gracias a la financiación de Acciona, ha podido probar el vehículo en un viaje al polo sur geográfico, entre diciembre de 2011 y enero de 2012. Los cuatro integrantes de esta expedición recorrieron 7.000 kilómetros desde la costa, navegando a una media de 100 kilómetros diarios.

El catamarán se compone de dos módulos: uno que funciona como locomotora, donde van los dos pilotos y el material más pesado, y, otro, con la tienda de campaña, en la que, además, se puede dormir. Larramendi prevé incorporar más módulos, de modo que se puedan incluir laboratorios científicos u otras necesidades. El próximo viaje será la circunvalación de la Antártida con tres módulos y seis personas. A finales de 2013, el fin del proyecto será realizar una expedición totalmente científica.

El coste del catamarán polar ecológico no supone más de 12.000 euros. La comunidad científica ve muchas posibilidades proporcionadas por el catamarán de Larramendi. Será especialmente útil para tareas de carga y abastecimiento de las bases continentales o para investigaciones puntuales. El punto fuerte es que no contamina, aunque aún debe mejorar algunos aspectos de seguridad.

Hasta ahora, el transporte por el continente helado dependía de la gasolina. Además, el nuevo vehículo abre la posibilidad de investigar en lugares inaccesibles.

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