Cinco trucos para lavar menos

Ropa tendida
Aunque lavar menos supone ahorrarnos un buen trabajito y dinerito contante y sonante en la factura de la luz y del agua, hacerlo supone también un gesto ecológico que nos agradecerá el planeta. Apostar por ello requiere hacer unos pequeños cambios en nuestras costumbres y rutinas que, a buen seguro, harán una gran diferencia.

Sin embargo, la cuestión es más complicada de lo que parece. Y es que espaciar los lavados no se reduce, simplemente, a poner menos la lavadora o, en el caso de que no lavemos a mano, algo insólito en estos tecnologizados tiempos que corren.

El objetivo, lógicamente, es lavar menos sin descuidar nuestra imagen personal, es decir, aplicar los trucos habidos y por haber y adaptarlos a nuestros gustos y hábitos para que lavar no sea la solución inmediata a la que siempre recurrimos como respuesta a todos los males que acechan a nuestra ropa, léase manchas, ropa que no huele bien y, en suma, eso que llamamos ropa sucia.

Así las cosas, si queremos aligerar nuestra huella ecológica en consumo de agua y electricidad, desgaste de la lavadora, de la ropa y demostrar nuestro compromiso en favor de la sostenibilidad, habrá que ponerse manos a la obra.

Cinco sencillos trucos

En este post te ayudamos a hacerlo aportando cinco consejos fáciles de aplicar que te ayudarán a lavar menos y, en fin, a conseguir una larga vida a tu ropa, a tu lavadora y a los recursos del planeta.

1. Limpieza ecológica: Optar por una limpieza que no requiere agua es una opción interesante que rara vez se tiene en cuenta. Dejar a un lado la lavadora en algunos casos es una opción perfecta, por ejemplo cuando queremos refrescar ropa que en realidad no está sucia (aireándola y guardándola en un armario o cajones ambientados con hierbas secas o aceites esenciales orgánicos) o eliminar manchas que pueden salir con un tratamiento específico que no exige lavar la prenda entera.

En cada caso hemos de valorar qué es mejor y, en ningún caso será buena idea lavar la ropa tras usarla de forma anecdótica, por ejemplo durante unas horas, si realmente no lo necesita. Lo importante es considerar que la lavadora no es la única opción. En algunas ocasiones lavar a mano puede ser un gesto ecológico. La clave es ser estratégicos y buscar la solución idónea para compaginar eficiencia energética con un buen resultado.

2. Cambios estratégicos: Si nada más llegar a casa nos cambiamos de ropa podremos conservar durante más tiempo la ropa de calle, y a su vez será entonces buen momento para airearla, con el fin de guardarla luego en el armario o de volver a ponérnosla al día siguiente.

3. No olvides ventilar: Ventilar la ropa o, si se quiere airearla tendiéndola un mínimo de 15 minutos o dejándola durante varias horas, por ejemplo durante toda la noche, puede renovar la ropa y dejarla lista para su uso de nuevo.

Es posible reforzar el efecto cepillando previamente con bicarbonato en polvo o con polvos de talco para así lograr una mayor absorción de olores. A continuación, colgamos en el exterior, sin más complicaciones. Los vaqueros, por ejemplo, pueden aguantar sin lavadora mucho más de lo que imaginas, tal y como vimos en un anterior post. Incluso puedes no lavarlos nunca…

Disfrutar de la Naturaleza
4. Sé precavido: Evitar las ocasiones de peligro es una manera fácil de alejarnos de la lavadora. No necesitarás usarla si tienes en cuenta una serie de cuestiones básicas, como usar delantal, tener cuidado con las manchas, tener ropa de trabajo para poder mancharla a gusto, sin necesidad de estar lavándola a la primera de cambio…

También resultará efectivo guardar la chaqueta en armarios o guardarropías si vas a estar en ambientes enrarecidos, simplemente concurridos o donde sabes que va a haber malos olores, por ejemplo a tabaco o similares.

5. Ayúdate de la tecnología: Los aparatos domésticos de desinfección y desodorización con ozono o rayos ultravioleta resultan eficaces para hacer una limpieza en seco. En cuestión de minutos podemos tener un tejido libre de olores e higienizado en profundidad, si bien la ozonización no puede considerarse una opción demasiado ecológica, por lo que apuntada queda como opción aconsejable solo en parte.

Por otro lado, la creación de ropa tecnológica y de plantillas o formulaciones que evitan la formación de olores o repelen manchas resulta práctica en este sentido. Son innovaciones que también pueden prolongar de forma importante la visita a la lavadora de nuestra ropa o calzado.

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