Crear nuestros propios cosméticos en el hogar, sin necesidad de grandes complicaciones, es una interesante alternativa a los productos de cuidado personal. En particular, los aceites esenciales son un ingrediente con un gran potencial.
Tanto los convencionales como los ecológicos, si bien necesitamos de ingredientes bio para poderlos elaborar y, salvo que los cultivemos nosotros mismos, también tendremos que adquirirlos. Sea como fuere, lo importante es contar con productos eco y combinarlos de forma fácil y efectiva para lograr nuestro propósito.
Cosmética casera con aceites esenciales
¿Pero, cómo hacerlos, qué pasos dar? Las posibilidades son muchas, pero siempre hay una serie de pautas generales que nos pueden orientar a la hora de ponernos a ello.
En este post vamos a dar algunas ideas muy básicas, las necesarias para pasar a la acción, si bien es fundamental tener presente que la elaboración cosmética puede resultar peligrosa si vamos más allá de lo sensato. Sin embargo, no habrá ningún problema utilizando ingredientes seguros.
Antes de comenzar hemos de valorar si su aplicación directa puede resultar interesante. Aplicados tal cual sobre la piel o el cabello, solos o mezclando varios, nos beneficiaremos de sus propiedades al máximo, pero su concentración no lo hace recomendable.
Será mucho más económico y también aconsejable aplicarlos utilizando un vehículo conductor. La forma más sencilla es aprovechar una crema o producto que ya utilicemos y añadir unas gotas, siempre cuidando que las mezclas de olores no resulten molestos.
Lógicamente, por lo tanto, haciendo nosotros mismos los cosméticos de igual manera los podemos añadir. Es decir, si tenemos nuestras propias recetas de cosméticos naturales, estudiar la posibilidad de añadir el aceite o aceites esenciales adecuados valorando propiedades, aromas y nuestras necesidades.
Añadir unas gotas de aceite esencial a aceites vegetales que nos servirán de base o vehículo es una socorrida manera de lograr grandes resultados. Las posibilidades son muchas, pues por un lado tenemos un sinfín de aceites esenciales y sus combinaciones, y por otro un también numerosos aceites vegetales.
Las propiedades cosméticas o incluso terapéuticas pueden provenir tanto del aceite esencial como del aceite vegetal, por lo tanto encontrar la fórmula adecuada para tratar la piel (cutis o resto del cuerpo) o el cabello es clave para lograr los mejores resultados.
Los aceites vegetales más utilizados son el aceite de oliva virgen, el aceite de argán, el aceite de coco, el aceite de almendras dulces, de jojoba, aguacate o, por ejemplo, de albaricoque, todos ellos idealmente bio. O, si queremos algo distinto, probemos con el aceite de arroz, almendras, avellanas…
Su aplicación en forma de masaje corporal es otra alternativa que nos aporta un doble cuidado: el que nos da el masaje en sí y las propiedades cosméticas y curativas de los aceites.
Hacerlos en casa es realmente sencillo. Una vez hayamos elegido el aceite o aceites esenciales que queremos utilizar, añadimos unas 50 gotas de éstos por cada 100 ml de aceite vegetal. Sin más complicaciones, así de fácilmente tenemos un aceite de masaje que podemos usar de forma inmediata.
Otras combinaciones también son posibles, sobre todo para hacer mascarillas faciales o corporales, mezclándolos con arcilla. Elijamos el tipo de arcilla que más nos convenga y una vez realizada la emulsión con agua añadimos unas gotas de aceite o aceites esenciales a la pasta.
Por último, mezclado con alcohol obtendremos una tintura, si bien ésta se suele hacer con la planta en sí. Tras la maceración en alcohol y agua de la planta o plantas frescas se obtiene una mezcla que se cuela. Luego, se aplica con un gotero, tanto interna como externamente, por lo que a la hora de elaborarlas e ingerirlas actuemos con precaución.